El debate por el aborto legal logró un imposible: cerrar por un rato la grieta

La sociedad argentina se encuentra atravesada por un histórico debate en torno a la despenalización del aborto. La iniciativa obtuvo media sanción en Diputados y el próximo 8 de agosto será el turno del Senado. Más allá de la aprobación o no del proyecto de ley conocido como Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), la discusión dejó en evidencia una particularidad: rompió la dinámica de "la grieta" que domina estos tiempos en la política nacional.

Tal es así que tanto Cambiemos como el kirchnerismo (por citar los dos ejemplos antagónicos) presentan una interesante heterogeneidad al momento de sentar una postura. Entre las filas del oficialismo hay legisladores que están a favor de despenalizar el aborto y en el espacio liderado por Cristina Kirchner hay otros que están en contra. Y viceversa. Al contrario de otras votaciones recientes, cada integrante de bloque respondió a sus creencias personales y no a una línea partidaria.

De esta forma, legisladores que distan mucho de coincidir en otros aspectos se encontraron de repente en la misma vereda. Un ejemplo fueron los diputados salteños, que votaron todos en contra del proyecto, sin distinción de espacios políticos. Lo mismo ocurrió en la coalición gobernante: Elisa Carrió encontró varios votos afirmativos entre sus pares radicales y puso el grito en el cielo.

Por otra parte, en los últimos días se agudizó la escalada de tensión entre el Gobierno y la Iglesia por el debate del aborto. Los arzobispos de distintas provincias endurecieron su discurso e invitaron al Presidente a vetar la ley en caso de que sea aprobada por el Congreso. Y ahí radica otra particularidad. Algunos tildan a Mauricio Macri de propiciar el debate parlamentario por una cuestión de mero oportunismo político (para tapar otros temas de coyuntura) y otros aseguran que lo hizo porque le habían garantizado la "no aprobación" de la iniciativa. Muy pocos hubiesen imaginado que la Iglesia iba a correr al oficialismo de turno por derecha con un tema vinculado con el progresismo. Paradojas de la historia.

Sin ir más lejos, la ex presidenta se opuso históricamente a la despenalización del aborto y todo parece indicar que ahora votará a favor. En las filas de Cambiemos está el ejemplo de la senadora Gladys González, que antes se oponía y ahora levantará la mano para dar el sí. Lo cierto es que más allá de cada caso en particular, en el medio se encuentra un tema tan sensible como complejo que afortunadamente tuvo un debate serio y maduro. Un tema que antes era tabú (quizá por falta de información) y que ahora se encuentra instalado en el seno de la sociedad. Un tema que tiene que ver con la salud y con la educación. No es un detalle menor, se trata de un gran avance. La aprobación o no dependerá de los senadores nacionales.