La educación sexual integral en las escuelas tiene que ser obligatoria

Una deuda pendiente en todo el país, pero en Salta es aún mayor. Un tema tabú que todos temen tocar por vergüenza o por querer quedarse en la época colonial toda la vida. Creen que educación sexual es hablar de poses del kamasutra o colores de ropa interior. Creen que es hablar de tamaños de lolas, penes o ganas de tener relaciones. Y por eso es un tema que nadie quiere tocar y hasta se lo ve como una mala palabra.   

Si supieran todo lo que se puede prevenir con esta materia, si fuera obligatoria en todos los colegios y escuelas del país. La importancia de hablar de los anticonceptivos, de los preservativos, de la pastilla del día después, de las enfermedades de transmisión sexual y tantas otras cosas que podrían evitarse. Pero no, es más fácil hacer oídos sordos como hace la ministra de Educación Analía Berruezo. 

En Salta se detectan casi 50 casos de HIV por mes y somos una de las provincias en donde menos se habla del tema. El porcentaje de niñas y adolescentes de 10 a 14 años embarazadas es uno de los más altos del país: tres de cada mil estuvieron en esa condición, de acuerdo a un reciente informe de Unicef.

Hace unas semanas, Berruezo dijo  "si vos le preguntas a los chicos si tienen Educación Sexual Integral te van a decir que no y te van a decir que no porque no sé si saben que es Educación Sexual Integral", y descartó que en la provincia vaya a existir una disciplina específica sobre la materia, "¿Quién va a ser el profesor de educación sexual?"

Y esta Educación Sexual Integral habla también de la homosexualidad, algo que es una mala palabra en casi todos los establecimientos. Un tema que nadie toca. Un tema que hasta avergüenza a los padres y docentes de esos chicos.