Quién es la diosa que la rompe como actriz de día y de noche trabaja en un hospital

A sus 26 años, Laura Laprida supo despegarse del mote de "la hija de" María Eugenia Fernández Russe, una de las trillizas de oro, y formó su propia carrera en la televisión con sus personajes en Historia de un clan en 2015 y en Los ricos no piden permiso durante el 2016, donde interpreta a la novia de Nicolás Riera.

Pero la actriz no solo se dedica a la grabación de tiras, sino que mantiene una especie de "doble vida": cumpliendo turnos nocturnos o matutinos, trabaja como radióloga en el Hospital Fernández.

"Siempre tuve la parte de la medicina muy presente. Y, además, siempre quise hacer una carrera universitaria. Pero como también quería ser actriz, y mi idea en la vida era tener tiempo para pasarlo bien, terminé estudiando radiología",admitió la actriz según revista Paparazzi.

Y explicó: "Me encanta porque el hospital es un mundo totalmente diferente del de la actuación en el que vas pasando por distintos trabajos. Al Fernández voy todos los miércoles y viernes, me pongo el mismo uniforme y trabajo siempre con la misma gente. Cuando estoy ahí, de lo que soy o de lo que pasa conmigo afuera, nada. Mis mundos no se vinculan".

Aunque parezca extraño la combinación de los dos trabajos, Laprida indicó que "es mi vocación que no sé de dónde surge pero que me encanta. Soy dramática por naturales puedo encarar las cosas fuertes porque soy fría y me provoca una enorme adrenalina".