Sigue el dolor

"Débora Pérez Volpin no estaba sana", la polémica declaración que indignó a todos

La declaración surgió en medio de la investigación por la muerte de la reconocida periodista.

La sorpresiva muerte de Débora Pérez Volpin planteó serias dudas acerca del procedimiento médico que recibió la periodista y legisladora porteña durante su breve internación en el Sanatorio de la Trinidad de Palermo. Y aunque en un primer momento todas las miradas apuntaron hacia la anestecista que la asistió durante la endoscopía en la que perdió la vida, luego fue el médico a cargo del estudio el que quedó en el centro de los cuestionamientos.



Ayer por la mañana, Isaac Churba, abogado del endoscopista Diego Bialolenkier, rompió el silencio y intentó deslindar a su cliente de toda responsabilidad en la muerte de la diputada por el Frente Evolución, de 50 años. Así, explicó a varios medios que el gastroenterólogo "no está imputado porque no se ha determinado que haya existido algún delito", al tiempo que afirmó que estaban dadas las "condiciones de hacerse la endoscopía". También apuntó contra los médicos que ordenaron la práctica, que "son los que tienen la responsabilidad de hacer los estudios previos".



Churba repasó cómo, desde el punto de vista de Bialolenkier, se sucedieron los hechos que terminaron en el fallecimiento de Pérez Volpin: "Se lleva a cabo la endoscopía, que dura cinco minutos, y en el momento en que él llega al órgano que quería estudiar, le avisan que se produce una descompensación de la paciente. En consecuencia, él sale inmediatamente para que se empiecen las tareas de compensación y reanimación".



Además, el abogado explicó por qué no hubo registro del estudio, tal como establece el protocolo. "Como él sale de urgencia, porque empieza a producirse una pérdida de saturación de oxígeno, no se detiene a sacar fotos. Normalmente, según los endoscopistas, algunos toman imágenes desde el inicio y otros toman en el momento que ya insuflaron el órgano y lo distienden, que es cuando tienen mejor posibilidad de hacerlo", apuntó.



"Las posibilidades de dañar [un órgano] son absolutamente remotas. Incluso, la pinza que va por adentro que es la que se usa para biopsiar cuando se encuentra alguna lesión que pretende analizarse, también es absolutamente flexible. Con lo cual, también con la pinza es remota la posibilidad de lesionar. Ahora, si hubieron lesiones previas al estudio, esto no lo sabemos, es todo presuntivo. Lo que se viene hablando es conjetural", aseguró.



Según indicó La Nación, Churba también se encolumnó con la versión brindada por el sanatorio, que aseguró que Pérez Volpin llegó con un cuadro médico que llevaba varios días en desarrollo sin ser debidamente tratado. "La paciente no estaba sana, porque si no, no la dejan internada. Si la dejan internada, le ordenan exámenes de laboratorio y exámenes por imágenes, como resonancia, tomografías, y aún así no logran llegar a un diagnóstico y en consecuencia piden una intervención más invasiva, que es la endoscopía, es porque encontraron alteraciones y una patología que así lo requería", indicó.



Finalmente, el abogado señaló que su cliente "tiene más de mil endoscopías hechas, sólo en el marco de La Trinidad" y lo calificó como "un endoscopista experto". "El no siente que su práctica haya tenido alguna incidencia o posibilidad de haber terminado en este desenlace", concluyó.

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