Un presupuesto millonario, entrenamientos exigentes y sueldos como de B Nacional

Dueño de una campaña impecable, Sarmiento de Chaco está por las nubes. Marcha puntero de la Zona 4, que comparte con los equipos salteños, y los números dicen que, de 8 partidos jugados, ganó 5, empató 3, no conoce todavía la derrota, convirtió 14 goles y solo recibió 7. Hasta el momento cosechó 18 puntos  y está a cuatro de su inmediato perseguidor, Crucero del Norte.

¿Cuál es el secreto para que el equipo tenga esta marcha arrolladora? Primero de todo, el presupuesto, que ronda los dos millones de pesos mensuales, casi como uno de la B Nacional. Sus jugadores están al día, y eso que algunos cobran salarios que rondan los 150 mil pesos, cifras inaccesibles para muchos clubes del Federal A y que casi se equiparan con instituciones de la B Nacional.

El plantel entrena casi todos los días en doble turno, mientras el resto de las instituciones lo hacen en un solo turno, matutino o vespertino. Los jugadores están obligados a participar de las charlas que ofrecen en el club, y de presenciar los análisis que se realizan de los equipos rivales mediantes videos en donde estudian cada movimiento del equipo que van a enfrentar en esa fecha.

Los jugadores tienen un grupo de mensajes en sus teléfonos que los tienen informados de cada tarea que deben cumplir en el día. Como se ve, la idea es achicarles el tiempo de ocio a los componentes del plantel y tenerlos ocupados la mayor parte de la jornada.

“Al principio te cuesta adaptarte, pero con el tiempo te acostumbras. Yo pasé por muchos clubes y es raro tener un entrenamiento tan exigente como pasa en Sarmiento. Aquí el jugador casi no tiene tiempo para salir de noche, como se dice habitualmente, para salir de fiesta, pero eso se recompensa cuando mirás la tabla y estás puntero y te convertiste en uno de los candidatos para ascender”, explica Ricardo Villar, volante de creación que juega en Sarmiento, y que pasó por Central Norte en su momento con un rendimiento que fue de menor a mayor, aunque luego el presidente De Francesco le bajó el pulgar.