Roberto Gramajo

Periodista
De fracaso en fracaso

Si queres dar la vuelta comprate una calesita, pero no la salteña

La calesita del fútbol salteño que hace que jugadores que fracasaron en un club pasen al otro, parece ser la receta preferida de los directivos salteños, que se siguen equivocando, e improvisando.

El fútbol salteño sigue sin lograr ascensos importantes hace más de una década. Esta situación es una lógica consecuencia de lo mal que trabajan en las contrataciones los directivos salteños, quienes no miran más allá del portezuelo para incorporar jugadores que realmente rindan y se comprometan con la causa. Esa causa que tiene como objetivo un ascenso se ve malograda año tras año debido a esta extraña forma de contratar jugadores que fracasaron en un equipo y que aparecen en otro como salvadores. Ejemplos hay muchos, pero no vale la pena enfatizar un nombre por sobre otro porque en definitiva, los jugadores no son los culpables, sino quienes los contratan.



Es evidente, luego de más de una década, que la metodología elegida por los directivos salteños viene fracasando año tras año. Claro que es difícil descubrir la clave para lograr un ascenso. Nadie tiene la receta para subir de categoría, pero es evidente que esta forma de elegir jugadores no lleva al éxito.




Sin embargo, los dirigentes salteños siguen apelando a la calesita, tal como niños que van al parque de diversiones.




Una clara muestra de que esta ilógica situación continúa es el armado de los planteles para el Federal B 2017. Central Norte buscó a Sequeira (ex Gimnasia y Tiro). Además, logró los retornos de Maino y Ceballos en la temporada anterior. Pellegrini incorporó a jugadores que pasearon por muchos equipos sin mucho éxito para armar un plantel para ascender. Algo similar sucede en Argentinos del Norte o Mitre. La única excepción fue Cachorros que con jugadores propios pudo conseguir ascender, ante candidatos como San Antonio o el propio San Francisco Bancario.



Es extraño saber porque los dirigentes creen que la calesita los llevará a lugares disitnos, sabiendo que cualquier calesita gira sobre su alrededor mostrando siempre el mismo paisaje, que es el fracaso habitual de la mediocridad por la que atraviesa el fútbol salteño. Es lógico que uno no consiga un objetivo en un primer intento, pero lo que es ilógico que los popes del fútbol salteño sigan intentando llegar al éxito por un camino que ya saben que no los lleva a ninguna parte.

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