Gustavo Ruiz

El karma cuervo

Señores dejo todo, me voy a ver al Cuervo...

La fidelidad, la pasión que siente el sufrido hincha de Central Norte...

Esta foto la tomé el 30 de setiembre de 2012. El hincha, con muletas y el dolor en el gesto al tomarse su espalda, iba camino a la cancha, para ver el Cuervo. Y la imagen sirve para reflejar, por si hace falta, la fidelidad, la pasión que siente el sufrido hincha de Central Norte.



Hoy volvió a tragar la amargura del fracaso y se fue, como es de imaginar, con lágrimas en sus ojos y la frustración a flore de piel. Y aunque la bronca lo haya echo decir que “no volveré más a la cancha”, se sabe que el torneo que viene estará firme empujando al equipo, sea en la Bombonera Cuerva o en el Martearena.



Este año estuvo ilusionado y llegó a la final en ese estado de ánimo. “Jugar en casa, no se nos puede escapar…”, decían en una lógica futbolera olvidando, en medio del entusiasmo, que no había demasiado plantel y tampoco sapiencia en el cuerpo técnico para llevar el barco a buen puerto y así quedó demostrado: el DT se volvió loco, metió los 3 cambios en apenas 52 minutos de partido y trasladó su nerviosismo al equipo



Los penales fueron un premio, a fuerza de ser sinceros: Huracán merecía ganar en el tiempo reglamentario ante un Central Norte que llevó peligro solo con pelotazos arriba para que la peinen los delanteros y que sea lo que Dios quiera.



Mis respeto para el hincha, para el padre que cargó sus hijos a los hombros porque no tenía guita para el cole. Mi dolor se mezcla con el simpatizante que apuró el guisito de los domingos para estar temprano en la cita. El dolor de ellos es el mio, porque soy Cuervo hasta Las Bolas…



Al equipo le faltó madera de campeón, al técnico le sobró soberbia y careció de sapiencia para manejar situaciones límites, y a la dirigencia le faltó pensar más en un ascenso y no en explotarle el bolsillo al pobre hincha Azabache.



No es que hable ahora, con el resultado puesto. En los micrófonos de Rumbo Deportivo advertía, desde mi punto de vista, que Central no jugó con nadie en la etapa regular y que cuando enfrentó a un rival serio, como Mitre, patinó, y eso que el rival jugó con 9. Después un equipo pobre como Beown de Lules le ganó allá y lo apuró acá.




Huracán es un merecido campeón. Felicitaciones.




A Central Norte le quedan dos caminos: echarle la culpa al estadio y a los mufas, o aprender de estos fracasos repetidos para volver a intentarlo de nuevo, pero con más humildad y mayor caudal de ideas.



Mientras tanto, la fidelidad de la gente, la que habita en los ranchos de chapa de cartón y piso de tierra, seguirá expectante, esperando con los ojos humedecidos y el corazón lleno de esperanza. Algún día se nos tiene que dar, la puta madre que lo pàrió.

Comentarios

  • Santo

    CN = cartoon network .... son un chiste nacional

    Ver más

    Responder

Tucomentario

Nombre

Más de Tiro Libre