¿Por qué los de afuera usan el cotillón que no los dejan utilizar a los salteños?

Las tribunas del Martearena se tapizan de banderas y el cielo se tiñe de colores cuando las bengalas estallan en el aire. Los bombos parecen corazones a puntos de estallar al compás de las palmas que agitan a la multitud. Lo descripto es solo privilegio de los equipos que vienen de afuera a jugar alguna Copa Argentina o torneo de verano.

Las hinchadas que visitan Salta no tienen impedimentos, salvo alguna vez que le cuestionaron a Rosario Central el ingreso de los trapos. Por eso llama la atención que a los clubes salteños no se les permita el ingreso del cotillón: ni trapos, ni bombos, y prohibieron hasta los globos. Con el argumento que detrás de ellos se pueden esconder rostros de los delincuentes, la policía no deja ingresar globos de colores, por increíble que esto suene.

Desde el ministerio de Seguridad aseguran que esta medida, que arrancó en Salta, se está propagando por el país y que cada vez más ciudades impiden el ingreso de trapos y bombos a los estadios. Esto no condice con la realidad, ya que las imágenes que muestran la televisión es de tribunas con banderas que bajan desde lo alto y con bombos agitando en medio de los escalones del cemento.

Si es que la “seguridad” es el tema de la medida adoptada, bueno sería que se le implemente para todos y no solamente para los locales. “Ley pareja no es rigurosa”, reza un viejo adagio. Si van a prohibir, que sea para todos, equipos visitantes incluidos. Caso contario lo único que se logra es el malestar propio que se apodera de una persona cuando siente que la toman por tonta.