A destiempo

¿Por qué la dirigencia le pagó recién ahora y no antes la deuda a los jugadores y al DT?

Tiro Libre te cuenta el acuerdo al que habían llegado entre las partes. Como existía cero credibilidad hacia el presidente, los jugadores le hicieron firmar una garantía que ni te imaginás.

No deja de llamar la atención las decisiones que adoptó la dirigencia de Central Norte a lo largo del torneo. Se dejó manipular desde afuera por otras instituciones, permitió que le fijen el día y el árbitro de un partido y ahora salió a la luz otro acuerdo donde los jugadores la hicieron bien al momento de defender sus intereses.



Como se sabe, el plantel aguantó las mentiras de la dirigencia, que varias veces los citó a los jugadores con promesas de pago y después los largaron sin un peso. Esto fue alimentando el descreimiento de cada una de las promesas que recibían por parte de los directivos. La última vez que se juntaron, antes de viajar a Perico, hicieron un acuerdo del que poco se sabía, hasta el momento.



Todo el mundo habló en aquél momento de la “documentación” de la deuda mediante escribano público. Esto, explicaron los jugadores en su momento, era la cesión del dinero que ingrese al club para achicar la deuda con el plantel.



Muchos se preguntaron en ese momento qué pasaba si Central Norte quedaba afuera, tal como finalmente ocurrió, y cómo harían para cobrar la deuda los jugadores y el cuerpo técnico. Grande fue la sorpresa cuando ayer el presidente en persona charló después del partido con los referentes del plantel para pagarles.



Algunos recibieron efectivo, otros completaron con cheques, pero la mayoría se fue con dinero a sus lugares de orígenes. ¿Por qué le pagaron cuando quedaron afuera y no antes, cuando el plantel se estaba jugando la vida en plena competencia?



La respuesta es sencilla, aunque el acuerdo recién ahora salió a la luz: los jugadores le hicieron poner al presidente su camioneta a modo de garantía, en un acto que contó con la presencia de un escribano público, para que la gente tome más o menos dimensión de la poca credibilidad que despertaba la palabra del presidente entre los jugadores.



Así que al dirigente no le quedó otra que achicar la deuda, caso contrario, se quedaba si su importante vehículo.



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