¿Por qué a Juventud no lo dejan jugar de local en el viejo y querido Honorato…?

El viejo y querido Honorato Pistoia luce otro aspecto, quedó una “pinturita” gracias al trabajo mancomunado de hinchas y socios que se arrimaron para maquillarle sus tribunas. Su aspecto es otro, lástima que a Juventud Antoniana no lo dejan jugar de local en el torneo Federal A.

A decir verdad, la negativa de las autoridades competentes siempre estuvo sujeta a la parte política más que a la cuestiones técnicas. Alguna vez le negaron la habilitación en la presidencia de Rubén González, con el argumento de que la tribuna de calle Catamarca no estaba en condiciones estructurales. Lo curioso fue que, al tiempo, fue habilitada en forma total, dejando de lado aquél informe que prohibía lo que luego se autorizó.

Según comentan ahora, se objeta de nuevo esa estructura, informe que se sostiene en el daño que el “calor de las cocinas que están en el Paseo de la Familia recalentó el cemento y el material sufrió daños que mermaron sus resistencia” (¿).

El vecindario del barrio es otro tema de debate. Se dice que las personas que viven en la zona se quejan del comportamiento de los barras cuando y el flujo de gente cuando el Santo juega de local. ¿Y en Central Norte y Gimnasia y Tiro no ocurre lo mismo?, ¿o sus estadios están enclavados en medio del desierto?

Aunque el viejo adagio reza que “ley pareja no es rigurosa”, bueno sería que se aplique este criterio, y sea igual para todos. La gente, el futbolero común, se sigue preguntando por que al Santo le niegan lo que a otros clubes le dan sin problemas.