La Virgen de Tilcara, el brujo Manuel y la fuerte “macumba brasilera…”
De la Selección argentina no sólo se habló del nivel futbolístico, también lo esotérico jugó un rol importante. El peso de la promesa incumplida y las “ondas negativas” que tuvo el plantel.
¿Por qué Messi hizo tres en una sola noche cuando en partidos anteriores no la pudo embocar? ¿Por qué los jugadores parecían liberados y hasta se notó que la altura de Quito no los afectó? Quién fue más importante, ¿Messi o el Brujo Manuel? Dependerá de la óptica con el cuál se lo mire. Para los que creen en los conjuros negativos y los “males” que realizan los que no quieren que un proyecto avance, le darán entidad a este tipo de cosas y seguramente le adjudicarán a la brujería la culpa de todos los males que tuvo la Selección de un tiempo a esta parte.
Y siguiendo la línea de los que consideran este tipo de creencias y la emparentan con la “mala suerte”, también están aquellas personas que estiman que el no haber cumplido la promesa a la Virgen de Tilcara impide al equipo nacional obtener algún logro, léase una Copa del Mundo.
El personaje del momento, sacando a Messi del medio, obvio, pasó a ser el Brujo Manuel, un hombre que “trabaja” para Estudiantes de La Plata “limpiando” al equipo de todos los males que le pudieran hacer sus enemigos. Manuel fue tratado como una estrella de cine, lo llevaron hasta Ecuador donde paró en el mismo hotel de la Selección, y antes de partido clasificatorio visitó el vestuario y se lo vio caminar por la cancha.
“Entré al vestuario y destrabé un trabajito que habían hecho los brasileros desde el Mundial 2014 para que la Selección fracasara en todos sus intentos”, explicó Manuel en conferencia de prensa. Insistió en decir que se sentía “emocionado” por este trabajo que realizó, y que por suerte pudo “limpiar a tiempo al equipo, porque estaba muy atado, con algo muy fuerte que le habían realizado para que todo le saliera mal”, subrayó.
“Este hombre tuvo mucho que ver en el triunfo”, se lo escuchó decir al presidente de AFA; Chiqui Tapia, cuando pasó cerca de Manuel. Alguien le preguntó si Manuel era su “brujo personal”, a lo que el directivo contestó: “De haber tenido un brujo, me quedaba en mi casa aquella noche del robo para que los ladrones no me hicieran nada”.
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