¿La Selección debe mudarse a la Bombonera o seguir en el Monumental?

La Selección no tiene margen para el error y necesita sí o sí derrotar a Perú para mantener viva la ilusión de clasificar a Rusia. En medio de la fuerte polémica por el flojo arranque de la era Sampaoli, irrumpió en escena otra discusión: ¿en qué estadio debe jugarse el trascendental partido ante los incaicos? Las opciones más fuertes son dos, seguir en el Monumental o mudarse a la Bombonera. Más atrás aparecen opciones como el Cilindro, el Gigante de Arroyito, el Mario Alberto Kempes y el José Amalfitani.

El debate se armó entre los futboleros y se escuchan opiniones diversas. Están los que aseguran que las tribunas del Monumental están muy alejadas del campo de juego; y como contrapartida los que afirman que la Bombonera es ideal para meter presión al equipo contrario. Los fundamentos son válidos desde el punto de vista de la teoría, el tema es que en la práctica ya se demostró lo contrario.

Hay dos ejemplos que desmitifican en cierta la forma la teoría de abandonar el estadio de River como solución mágica al problema. En 1969 la Selección empató 2 a 2 con Perú en la Bombonera y se quedó afuera del Mundial de México. Mientras que en las Eliminatorias para Sudáfrica 2010 Maradona insistió hasta el hartazgo en abandonar el Monumental para el partido con Brasil. Los dirigentes le cumplieron a Diego y el clásico sudamericano se disputó en la cancha de Rosario Central, donde Argentina sufrió un memorable baile ante Kaká y compañía.

La Selección juega mal y no tiene respuestas anímicas más allá de los jugadores de turno. En las actuales Eliminatorias pasaron tres entrenadores y ninguno encontró el equipo. A su vez, varios futbolistas demostraron estar desbordados por la situación y a otros les pesó la camiseta. En medio de la confusión generalizada, la discusión debería pasar por otro lado, y no por el estadio. Así estamos.