Gimnasia debería cambiar de DT para jugar la última bola

Habrá que ver si las declaraciones pos derrota en Casares nacieron del dolor que le provocó al entrenador Duillio Botella tal circunstancia, o fueron vertidas racionalmente. Había mucha ilusión, tanto en el entrenador como en la directiva y el plantel. Quedar con las manos vacías debe haber sido un golpe duro, y desde la emoción se entiende su estado de ánimo.

Si el bajón es pasajero es una cosa. Pero si realmente botella piensa marcharse en junio, lo mejor sería que la dirigencia cambie ahora de timón y la decisión estaría dentro de la lógica: ¿sirve mantener al frente del proyecto a una persona que igualmente piensa largar todo?

Gimnasia jugará todas sus fichas en la reválida por el segundo ascenso, y para encarar esa empresa necesita tener a todos con el máximo de concentración y entrega. Pero si la cabeza visible piensa más en armar las valijas que en la continuidad, todo será cuesta arriba.

Pero se dibuja otra duda alrededor del entrenador. Botella habló de arbitraje, de las fallas de AFA para designarlos, más no hizo autocrítica. Gimnasia no perdió sólo por el árbitro, también influyeron errores colectivos e individuales, como por ejemplo equivocar algunos planteos y el armado del equipo. Hay jugadores que deberían estar afuera y al revés: quienes merecen una oportunidad se quedaron en Salta.

Botella no es un improvisado, tiene años en esto amén de ser una persona trabajadora y obsesiva en lo suyo. ¿No sabía que en esta clase de torneos el que no corre vuela? Estos torneos son tremendamente sospechados, como seguramente algún equipo que dirigió habrá recibido algún favor de los árbitros en sus respectivas campañas.

Está bien resaltar los errores del árbitro, pero también el hincha hubiese esperado una autocrítica. Porque si no daría la sensación que la culpa siempre la tienen los de afuera, y reconocer los errores que se cometen desde adentro también forma parte de este juego.