Escándalo del judo: un libanés acusó a un argentino de fingir una lesión y no lo quiso saludar

Emmanuel Lucenti fue eliminado en la categoría de hasta 81 kilos por los octavos de final de los Juegos Olímpicos de Río 2016 . El judoca tucumano soñaba con la medalla. Pero antes de ese combate, protagonizó una polémica con un adversario, de quien se confiesa "amigo". Además, elogió a Paula Pareto , dijo que debiera tomar su ejemplo y fue autocrítico.

En su primera pelea, Lucenti gritó fuerte por el dolor después de una toma en su brazo derecho, que los árbitros interpretaron como desleal por parte de su rival, el brasileño nacionalizado libanés Nacif Elias. Enseguida, el judoka libanés fue descalificado y estalló de furia. No saludó al árbitro, ni al jurado, ni al tucumano, lo cual es considerado una falta de respeto grave en este arte marcial. Y gritó a una cámara de televisión: "Me robaron, esto no es judo".

Después, Elias, ovacionado por el público brasileño, que alentaba intensamente en contra de Lucenti, regresó al tatami y se disculpó con las autoridades, aunque no con el argentino: "Para mí fui descalificado injustamente. Acepto la decisión de la Federación Internacional de Judo. Me disculpó con los aficionados brasileños y con los del judo en todo el mundo. No condice con la cultura del judo y del deporte olímpico", dijo. Según el judoka nacido en Brasil, Lucenti exageró el dolor para que fuera descalificado: "Con certeza absoluta él fingió el dolor. Al combate siguiente estaba bien. El sabía que no me podía vencer. Entonces, fingió", acusó Elias. De todas maneras, el judoca relativizó cualquier rivalidad con el argentino: "Emmanuel es un amigo. Me cae bien. El usa todas sus estrategias. No lo culpo a él. A pesar de ser argentino es mi amigo, es un loco. No tengo nada contra él. Sólo creo que fingió", concluyó Elias, quien dijo que en el vestuario le daría "un abrazo" a Lucenti.

En los octavos de final, Lucenti perdió ante el actual campeón olímpico, el canadiense Antoine Valois-Fortier, por una amonestación (habían igualado, con un waza-ari para cada uno). En diálogo con la prensa después del combate, Lucenti dio su versión sobre lo que pasó con Elias: "El es más loco que yo", respondió, entre risas, sobre la apreciación del brasileño-libanés. Y negó que haya fingido nada. "Sonó (por su codo derecho). Creo que en la mesa de control ya estaban hablando. Pero bueno, mirá (muestra ambos antebrazos y el derecho lo tiene más inflamado). Capaz que lo agradezco porque no sé si me lo acomodó. Te soy sincero, para la segunda lucha no me molestó. Me pusieron spray entre lucha y lucha. Mañana va a doler. Ya en la primera acción, me lo había hecho de pícaro. Yo perdí en Austria un combate por hacer lo que hizo hoy Elías", contó.

A su vez, se lamentó por su eliminación: "Se me quebró un sueño. Pensaba retirarme, pero no", aseguró el judoca de 32 años, quien dijo que intentará clasificarse a Tokio 2020. También se refirió al combate en el que cayó ante el canadiense, al cual ya había vencido durante el año: "No fue una cuestión de nervios. Me han amonestado bien. De hecho, por ahí, merecía otra amonestación en un pasaje de la lucha. No esperaba tirarlo en la barrida (waz-ari)", admitió.

El tucumano también fue autocrítico: "Pagué caro decisiones personales. Y deportivas también. Todo esto me sirve para pensar en Tokio. He demostrado que puedo estar a la altura de los medallistas olímpicos", señaló Lucenti, quien aseguró ser "pícaro" como una de sus virtudes como judoca. Y entre sus "malas decisiones", como las llama él, puntualizó: "Me he demorado en establecerme en Buenos Aires y no he tenido la decisión de buscar ritmo y hacer estadías en Japón o Francia". Además, elogió a Pareto: "Necesito que la Peque me pase sus poderes; y trabajar de otra manera. Ayer lo charlé con el psicólogo. No quiere decir que porque ella sea de una manera yo tenga que ser así. Cada uno tiene su librito, pero tiene muchas cosas increíbles", finalizó.