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En Salta, un árbitro suspendió un partido de infantiles por los insultos de los padres

Los chicos escuchaban “indicaciones” de sus progenitores como “matalo”, “quebralo de una patada” o "no te dejes ganar con ese negro de mierda".

Un árbitro de la categoría “infantiles” se vio obligado a suspender un partido por los insultos e improperios que algunos padres lanzaban desde afuera de la cancha. Esas “indicaciones” eran de este tenor: “matalo, quebralo, sacalo de la cancha”, y cosas `por el estilo,



Ante el cariz que iban tomando las cosas, el árbitro se acercó a uno de los entrenadores y le dijo que si seguían con los insultos iba a suspender el encuentro. El técnico le respondió, de mala manera, que no era su responsabilidad, que los gritos venían desde el sector donde estaban algunos padres. El partido prosiguió por unos minutos, pero ante la persistencia del mal comportamiento de los papás, el árbitro no tuvo más remedio que suspender el partido.



A veces dirigir un partido de inferiores es más difícil que un Juventud – Central Norte”, le dijo a Tiro Libre Jorge Royano, Secretario General del SADRA (Sindicato de Arbitros de la República Argentina) seccional Salta. “El mal comportamiento de algunos padres es un mal ejemplo para sus propios hijos, que no saben si hacerle caso al entrenador o a los gritos de sus padres que están afuera de la cancha”, agregó Royano.



El torneo Infantil que organiza la LSF es abierto tanto para clubes como para equipos de barrios. Y es justamente en la rivalidad que existen entre barrios vecinos que nace la violencia dialéctica de algunos progenitores, que llevan a la cancha sus problemas particulares.



El árbitro actuó de acuerdo a las normativas, que dicen que si el público exterioriza un mal comportamiento, con insultos hacia el árbitro o hacia el otro equipo, tiene la potestad de suspenderlo. No olvidemos que estamos hablando de una división formativa, en donde el chico tiene que aprender no sólo a jugar a la pelota, si no también a comportarse bien dentro de un campo de juego. Con padres que le piden que maten al rival de una patada, esto se desvirtúa”, expresó Royano.



El partido en cuestión se desarrolló hace un par de semanas atrás, y los nombres de los equipos se los preserva en virtud que nada tienen que ver con el mal comportamiento de algunas personas que confunden un momento de esparcimiento para sus propios hijos en un circo romano.

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