El Santo fue pura voluntad y con eso le alcanzó para traerse un punto de Chaco

Juventud Antoniana se trajo un empate de su visita a Chaco. Empató con el local sin abrir el marcador y es el resultado que refleja lo que aconteció en 90’ aburridos, sin vuelo y que al Santo le alcanzó sólo poniendo voluntad, ya que el juego asociado como equipo sigue ausente,

El local tampoco ofreció mucho desde la estética. No le encontró la vuelta al partido y entró en la mecánica que impuso Juventud, de juego trabado y tránsito lento por la zona de gestación.

En el complemento ingresó el colombiano Yoni Angulo, quien en los pocos minutos que estuvo en cancha hizo más que la Chancha Zárate, quien se fue reemplazado por su juego intrascendente.

Y en ese puñado de minutos que el colombiano pisó el césped del estadio de For Ever, generó un par de situaciones para inaugurar el marcador. La más clara fue cerca del final, cuando se la jugó por el sector derecho, se sacó de encima a dos defensores, ingresó al área y su remate cruzado pasó por debajo del arquero local y la pelota se fue apenas desviada por el otro palo.

Sumar siempre es importante, pero a Juventud se le complica en esto de repartir unidades con rivales directos por la pelea para clasificar. Siempre se dice lo mismo: Juventud deberá mejorar de cara al futuro. El tiempo pasa, pero el equipo no mejora. Lo único que queda como consuelo es que, por ahora, con la voluntad le está alcanzando…