#Río2016

Crece el misterio por los círculos rojos en las espaldas de varios deportistas

El caso más emblemático fue el del nadador estadounidense y múltiple campeón olímpico, Michael Phelps.

La imagen da la vuelta al mundo. Nadie ganó más que él: Michael Phelps celebra su 19° medalla de oro, levanta los brazos y saludo al público. Quienes están viendo otra noche mágica del Tiburón de Baltimore se dan cuenta que hay manchas rojas en su piel. Son media docena de círculos rojos en la parte superior de su cuerpo. "¿Será la varicela más grande del mundo?", se ríen en los medios estadounidenses. Las marcas tienen relación con "La terapia de ventosas" o también llamada "Cupping". Una práctica de origen milenaria que se se realizaba con un taza de vidrio y calor, y que después se colocaba sobre el cuerpo de las personas creando un vacío mientras se enfriaba.



Ahora, una bomba imita el proceso, ayudando a la recuperación de los deportistas y dejando moretones temporales.




Para los atletas, la idea es que la práctica ayuda en la recuperación. ¿Cómo funciona? La ventosa se coloca sobre la piel y succiona con el fin de tirar de los músculos más tensos. El vacío levanta la piel del músculo, permitiendo que los vasos sanguíneos se expandan y que fluya más sangre a la zona en cuestión. Y el aumento del flujo sanguíneo se cree que ayuda a recuperarse más rápido. Quienes lo utilizaron comentan que el proceso lleva unos 10 minutos y que sienten como pellizcos, seguido de alivio inmediato del dolor cuando se retiran las copas. Las manchas son contusiones de las copas, y parece que pueden durar hasta tres semanas.



Una terapia alternativa




"La terapia puede llevarse a cabo de dos formas: la seca, que sólo lleva a cabo succión, y la mojada, que usa una combinación de succión y sangrado controlado. El método requiere encender un algodón empapado en alcohol e introducirlo en la ventosa. Cuando las llamas se extinguen se coloca el vaso boca abajo sobre la piel del paciente. Debido a la combustión del oxígeno se crea un vacío dentro de la ventosa que al ser colocada sobre la piel provoca una succión, lo cual conduce al enrojecimiento de la piel por la expansión de los vasos sanguíneos", explican la BBC en un reciente artículo dedicado al "Cupping".



"Entre la comunidad médica, muchos se muestran escépticos de los supuestos beneficios de la ventosaterapia. Y hasta ahora, los informes sobre su éxito son principalmente anecdóticos. En 2012, una revisión de estudios publicada en la revista PLoS ONE sugirió que la terapia podría tener más efectos que los de un mero placebo. Los investigadores chinos y australianos analizaron los resultados de más de 100 estudios sobre la terapia, que habían sido publicados entre 1992 y 2010. Concluyeron que el método podría tener beneficios en ciertos trastornos -como parálisis facial y espondilosis (un trastorno de la columna vertebral)- si se le combinaba con otros tratamientos como acupuntura o medicamentos", agregan.

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