Por el buen camino

Central Norte tiene un técnico que está parado unos metros más adelante

El Cuervo no volvió al Martearena ni por la recaudación, ni para atraer más público. Lo hizo porque Norberto Acosta es un tipo que ya está pensando en lo que viene. ¿Querés saber por qué?

Central Norte jugó de nuevo en el estadio Martearena. Y lo hizo por una cuestión “lógica”: su entrenador, Norberto Acosta, pretende que su equipo se vaya aclimatando a un escenario que deberá usar en etapas decisivas. No lo hizo ni por la recaudación ni por atraer al público que, por ahora, le dio la espalda al equipo: anoche jugó con mil personas en las tribunas. Está claro que la Bombonera Cuerva no estará preparada para recibir partidos finales donde se supone que la concurrencia aumentará.



Acosta siempre quiso jugar en un buen campo, pero cuestiones “políticas” nunca se refirió a fondo al tema. La dirigencia, por su parte, quería imponer el viejo estadio de la Entre Ríos también por cuestiones políticas, ya que la intención es incentivar a la gente a empadronarse como socia, pero está visto que el público perdió interés en asociarse quizás por las sucesivas faltas de respeto que siente desde el sector dirigencial.



Norberto Acosta vino a trabajar, y lo hace en silencio, sin estridencias, con bajo perfil y convenciendo a muchos de que Central Norte debe profesionalizarse más si quiere lograr algo importante. Y está ganando la batalla, de a poco. Los resultados lo abalan y por más que se diga que es una zona “demasiado endeble”, el Cuervo sacó una ventaja considerable y su cuerpo técnico ya posó su cabeza en lo que viene.



Quizás en la etapa final el equipo “patine” por que el grado de dificultad que le presentarán los rivales será mayor, o quizás sea protagonista, eso lo dirá el tiempo porque no se conoce demasiado de los otros equipos. Acosta debe tener estudios realizados sobre los rivales y por eso está preparando a su equipo para no pasar sobresaltos.



Muchos argumentan que Central no puede volver a jugar al Martearena porque allí perdió una final. Con ese criterio tampoco podría hacerlo en su cancha, pues allí descendió. En el fútbol nada está garantizado, pero no caben dudas que planificar el futuro achica el margen de error. Y en eso está Norberto Acosta, tratando de achicar el margen de error y aumentar el volumen de juego y la eficacia de su equipo. Y hace esto sencillamente porque es un entrenador que está parado unos metros más adelante que los demás.



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