Central Norte debe denunciar ante el Consejo Federal el apriete en Tucumán

Central Norte aterrizó en Tucumán con la clasificación asegurada de ante mano. El local, Sportivo Guzmán, necesitaba ganar para acceder a la etapa final, tal como ocurrió. Esto de “ganar a cualquier” precio se aplicó en el entretiempo de partido, cuando barras del local ingresaron armados, según lo manifestado por los integrantes de la delegación.

Denunciaron “zona liberada” por la policía, y esto pudo ser comprobado por los jugadores del Cuervo. “No había ningún policía cuando ingresamos al vestuario, recién se vieron cuatro efectivos cuando la barra de Guzmán abandonó el vestuario, luego de amenazar con armas de fuego a los jugadores para que pierdan.

La pregunta es: ¿qué hubiese pasado si Central Norte necesitaba el triunfo para clasificar? Seguramente las amenazas hubiesen existido igual, o peor. Desde este punto, el club de la avenida Entre Ríos no debe quedarse de brazos cruzados y realizar la denuncia ante el Consejo Federal.

Cabe recordar que al plantel de Juventud Antoniana lo trataron muy mal en la cancha de Bella Vista, Tucumán, cuando barras ingresaron al campo de juego para agredirlos. Los violentos los encerraron en el vestuario y ahí permanecieron hasta que llegaron cinco policías a caballo. Roque Galland, directivo de esa época, realizó la denuncia ante el Consejo, y esto le valió la desafiliación al club tucumano, que recién volvió a jugar ahora, unos cuantos años después de aquél incalificable episodio de violencia.