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4G: Personal y Movistar revelan a cuántos usuarios piensan llegar en los próximos meses

La cuarta generación es una nueva tecnología mediante la cual el cliente puede disfrutar de una mayor velocidad de conexión y navegación, que multiplica por diez la velocidad anterior, lo que permite una mejor experiencia en Internet y mejor rendimiento de las aplicaciones de video y música.

A casi siete meses del inicio de su explotación comercial, las redes de cuarta generación (4G) deMovistar (Telefónica) y Personal (Telecom) se extienden en forma sostenida en la Argentina y apuntan a cubrir hacia fin de año el 35% de la población, según afirmaron ante iProfesionalvoceros de las dos empresas.

Desde Claro informaron a iProfesional que su servicio de la nueva generación ya tiene sitios que están funcionando, en una serie de ciudades que se anunciaron en febrero. 

Esta compañía no hará una campaña de lanzamiento pues trabaja en la mejora de toda su red, bajo una estrategia que apunta a fortalecer el 3G, expandir la red de fibra óptica y desplegar la cuarta generación, con el objetivo de ampliar la cobertura y la capacidad de voz, SMS y datos móviles para los clientes.

La cuarta generación es una nueva tecnología mediante la cual el cliente puede disfrutar de una mayor velocidad de conexión y navegación, que multiplica por diez la velocidad anterior, lo que permite una mejor experiencia en Internet y mejor rendimiento de las aplicaciones de video, música, juegos en line, videoconferencias y "streaming", entre otros.

“El despliegue viene muy bien, mejor de lo que esperaba, no creía en noviembre que a esta altura íbamos a ir tan rápido”, dijo ante este medio Ricardo Galli, director de Marketing de Producto de Telefónica Argentina.

En junio, este proveedor ya había instalado unas 1.220 antenas de la nueva tecnología, 670 de ellas en Buenos Aires y sus alrededores, y el resto en otras zonas del país. La misma cantidad para 3G demandó unos dos años.

Tenemos un ritmo muy fuerte, con más de 35 antenas por semana”, dijo este ejecutivo, quien explicó que la cuarta generación era esperada por Telefónica “desde hace mucho tiempo”, a tal punto que un año antes de que les otorgaran las frecuencias ya tenían planificadas alternativas de despliegue.

Para fines de 2015, en Movistar estiman que ya tendrán desplegadas entre 1.850 y 1.900 antenas y hacia septiembre próximo habrán cumplido con la meta establecida en la licitación del espectro, en cuanto a cobertura en Buenos Aires y sus alrededores y en las principales ciudades.

En junio, este proveedor ya tenía cubierto con la nueva red el 70 por ciento de la Capital Federal y el 50 por ciento de sus alrededores, y para fin de año estima cubrir el Área Metropolitana Buenos Aires (AMBA).

Según Movistar, en junio contaba con 500 mil clientes que utilizaban la nueva red en el país, con una cobertura en 12 provincias y más de 150 localidades.

Esto posibilita que más del 15% del tráfico de datos en la Capital Federal se curse a través de esta nueva red.

El despliegue de la nueva red de este operador puede visualizarse desde la aplicación “Mi Movistar”, que se descarga sin costo desde la tienda de cualquier “smartphone”. 

Allí se puede ver un mapa de la Argentina con todo el detalle del crecimiento. También se puede seguir desde la página web www.movistar.com.ar .

Este año la empresa invertirá 8.500 millones de pesos, destinados a la expansión de las redes fija y móvil y al desarrollo de nuevos productos y servicios.

La red de la nueva tecnología de Personal, fue encendida a mediados de diciembre de 2014 y hoy se encuentra disponible en zonas estratégicas de Buenos Aires, Córdoba, Rosario, Mar del Plata, Pinamar, Salta, Santa Fe y San Miguel de Tucumán. En junio, más de medio millón de clientes de Personal tenían un teléfono móvil apto 4G/LTE.

El grupo Telecom invertirá en los próximos tres años 13.000 millones en la ampliación de los servicios 3G  y en el despliegue de la nueva plataforma.

Anatomía de la red. “Hacen falta más antenas pero eso sólo no alcanza”, admitió ante este medio Martín Piñeiro, responsable de Ingeniería de la red móvil de Telecom Argentina. 

La causa de esto es que las redes móviles con la nueva plataforma pasan de dar sólo cobertura a ofrecer mayor capacidad. “Hoy el mayor desafío es pasar paulatinamente de tener señal a tener un buen servicio”, resumió Piñeiro.

La capacidad depende del espectro disponible y los puntos de presencia o sitios en la red.

Por el lado del espectro, gracias a las medidas adoptadas en 2014 por el Gobierno nacional, las empresas disponen de mayores y mejores frecuencias para dar más servicios móviles.

En cambio, los sitios, antes y después de la nueva generación, representan un desafío constante, porque deben aumentar la cantidad de puntos de presencia por km2 en ámbitos urbanos para mejorar la capacidad de la red.

Piñeiro describió dos tipos de entornos: rural y urbano. En el primero se cubre con un mástil o monoposte, con antenas y equipos de comunicación al pie de la torre.

En cambio, en las ciudades se buscan terrazas y, luego de acordar con el consorcio o el propietario, se instalan antenas basadas en pedestales.

La nueva tendencia en el entorno urbano es ocupar el espacio público, con acuerdo de los municipios, con, por ejemplo, antenas al tope de las luminarias de calles y avenidas.

Lo que se busca así es reducir la carga por sitio a través de la colocación de sitios más pequeños y repartir de esta manera a los usuarios en mayor cantidad de usuarios en mayor cantidad de puntos de presencia.

El proceso pasa por achicar equipos y levantar tráfico más cerca de los usuarios”, resumió el responsable de ingeniería de la red móvil de Telecom Argentina, quien admitió que esta estrategia demanda un “trabajo constante con los municipios porque el tráfico se debe buscar cerca de donde se genera”.

La legislación para la instalación de antenas es heterogénea en los municipios, pese a un acuerdo firmado hace un par de años por la Secretaría de Comunicaciones de la Nación y la federación que los agrupa (FAM), que proponía una norma modelo, que se aplicó solamente en la ciudad cordobesa de Villa María.

La meta es “volver a los municipios como socios en el despliegue de la red, para que nos ayuden a mejorar el servicio de una forma sustentable”, dijo Piñeiro.

El reto en este caso pasa por integrar bien las antenas al ambiente urbano, sin que lo agredan visual y estéticamente.

Detrás de escena
Aunque se cree popularmente que si aumenta la cantidad de antenas mejorará el servicio, existe un “detrás de escena” en las telecomunicaciones que la mayoría de los usuarios desconoce. 

Es el denominado “blackhaul” o red de retorno, los enlaces desde las antenas hacia la red, a través de las cuales van las comunicaciones y los datos.

En las redes de segunda (2G) y, hasta cierto punto, de tercera generación (3G) la capacidad del blackhaul no era un “gran limitante”, consideró el responsable de ingeniería de la red móvil de Telecom Argentina. “Era un desafío inferior al de construir sitios, un problema secundario”, afirmó.

Pero con la nueva tecnología cambió el panorama, porque la capacidad de transmisión del espectro asignado “es tan gran de que debe estar acompañado por la red de transporte”, reconoció.

¿Qué realizan en el grupo Telecom en este segmento de la red? Se instala fibra óptica con anchos de banda de 100 MBps, no sólo en la última milla, es decir, la que conecta la radiobase si no también en las redes de transporte urbanas e interurbanas.

“Para nosotros el desafío de desplegar 4G es doble, por la instalación de sitios y en adecuar la última milla y el transporte”, afirmó el responsable de ingeniería de la red móvil de Telecom Argentina.

Convivencia. ¿Cómo conviven las nuevas redes con sus antecesoras de segunda y tercera generación? Para el usuario es transparente, más allá del icono que marque en la pantalla de su celular la tecnología a través de la cual se conecta. Además, la cuarta generación ocupa un espacio distinto en el espectro.

La red se acomoda a lo que requiere el usuario, porque junto al despliegue de 4G estamos haciendo una modernización importante de 2G y 3G”, aseguró Piñeiro.

Para ello, por un lado el grupo Telecom está poniendo en servicio el espectro que recibió en 2014 para segunda y tercera generación.

Además, el nuevo “blackhaul” también transportará las antecesoras de la nueva tecnología, gracias a la fibra óptica con mayor capacidad y nuevos equipos de mayor generación.

Las radiobases del 3G, por ejemplo, ocupan menos espacio y volumen y consumen menos energía, pero tienen mayor potencia, permitiendo conectar a más usuarios en forma simultánea.

En el caso de Movistar, no recibió mayor espectro para su red 3G, por lo cual la estrategia pasa por descomprimir esos vínculos con la nueva tecnología.

Nuestra apuesta es crecer fuerte en cuarta generación”, destacó Galli. Para ello aumentarán la oferta de teléfonos disponibles para esa red  hasta llegar a fin de año con un 80% del parque de terminales ofrecidos en la nueva plataforma.

Fuente: IProfesional

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