Por qué es importante que los padres acompañen a los chicos en la web

La historia de Micaela, la niña adolescente de Bahía Blanca que fue contactada por un adulto a través Facebook y luego asesinada, reactualiza mediáticamente un tema complejo y grave en el que los adultos debemos involucrarnos: el uso seguro de Internet por parte de los niños, niñas y adolescentes, y los riesgos a los que están expuestos.

A una semana de la aparición del cuerpo sin vida de esta niña de 12 años, el triste hecho debe servirnos para reflexionar y preguntarnos qué lugar está ocupando Internet, las redes sociales y dispositivos como los teléfonos celulares, en la vida cotidiana de nuestros chicos y chicas. Y cómo el uso de esas plataformas y esa tecnología, les posibilita naturalizar modos de relacionamientos sociales en los que la frontera entre el mundo presencial y el espacio digital se vuelve difusa.

El mundo digital ofrece muchas posibilidades a los niños, niñas y jóvenes: se encuentran con pares de su edad, conversan, intercambian información, comparten imágenes. Pero somos los adultos los que debemos hacerles saber que existen riesgos a los que pueden exponerse cuando navegan en la red y usan dispositivos electrónicos.

Es importante que comprendan que al igual que en la vida offline o presencial, en la vida digital existen recaudos que deben tomar. Es conveniente que padres y madres les hagan comprender que prácticas como el acoso, la discriminación o el maltrato, se pueden dar con facilidad en el mundo digital y producirles un grave daño si los involucra. Proponerles que igual en sus acciones en Internet con las de la vida real pueden ser una forma eficaz para que desarrollen el sentido del respeto y empatía con sus pares.

También deben saber qué es el grooming –delito grave, incorporado al Código Penal a través del artículo 131–, que consiste en la acción deliberada de un adulto para acosar sexualmente a un niño, niña o adolescente mediante el uso de Internet. La principal forma de prevención de este delito y de los riesgos en la Web en general, es brindarles a los chicos y chicas información y herramientas acorde a sus edades y desarrollos cognitivos; y si se produce, son importantes la denuncia, el acompañamiento y la orientación.

No debemos perder de vista que en los últimos años, los derechos de niños, niñas y jóvenes a acceder a información y a dar a conocer sus opiniones, encontraron en la Web una importante aliada para ejercelos. Como afirman desde la Asociación Farodigital, es importante comprender que las tecnologías digitales no son una fuente de problemas, sino espacios con oportunidades y problemas como cualquier otro. Y depende del uso que le demos, potenciaremos sus beneficios o nos expondremos a riesgos.

No es un buen camino demonizar a Facebook, a las redes sociales ni a Internet. En la muerte de Micaela, como en los casos de abusos sexuales que se producen a través del engaño de un adulto a un niño o niña a través de una red social y que toma estado público cada tanto, la tecnología media en una problemática humana y social tan antigua como es la violencia.

Es fundamental aprender a a acompañar a nuestros hijos e hijas en la web, especialmente cuando comienzan a usar estas tecnologías, interiorizarnos en lo que hacen en las redes sociales, orientarlos sobre sus usos responsables, crear instancias de diálogo y confianza y no de vigilancia e invasión de sus privacidades, conocer sus intereses y qué les preocupa.

Ser padres y madres modelo siglo 21, implica serlo también en Internet y en las redes sociales, e incorporarlas en el proceso de crianza y educación. Así podremos ayudarlos a comprender las diferencias entre el mundo presencial y el mundo digital, a construir un concepto de intimidad y valorar sus privacidades, a no compartir contraseñas, y a que sepan que no siempre las personas con las que se interactúa por Internet son quienes dicen ser. Familiarizarnos con ese mundo digital que usan con más frecuencia los chicos y chicas, nos permitirá acompañarlos mejor y darles herramientas para afrontar posibles riesgos, y como estrategias de defensa y cuidado de sus integridades.