Está destruida

No parar de acosarla por WhatsApp: el duro momento que vive Evelyn

Los intimidantes mensajes comenzaron esporádicamente la semana pasada, aunque finalmente se volvieron constantes y cada vez más íntimos. Fuertes amenazas.

Miedo, dolor, desesperación, angustia. Son algunos de los sentimientos por los que Evelyn Monío pasa todos los días desde el miércoles de la semana pasada, cuando recibió un mensaje que le pareció un chiste.



Sin embargo, no era una broma y tampoco duró un rato. Desde entonces y hasta ahora, un hombre la acosa permanentemente y la hostiga con mensajes desafiantes en su teléfono celular.



“Hola, no me vas a ignorar como siempre, me ignorás porque desconocés mi número, no importa princesa, ya te conozco lo suficiente”, fueron las primeras palabras que recibió de parte un número desconocido. Como era de noche y pensó que era alguien que estaba haciendo bromas, bloqueó al destinatario y se olvidó del tema.



Sin embargo, al día siguiente a las 3.30 am, le llegó otro mensaje que le causó escalofríos: “Estoy afuera, hace frío, ¿no me abrís?”. Allí supo que algo extraño pasaba y aunque trató de bloquear cualquier contacto, el acoso siguió y fue cada vez peor.



Evelyn tiene 19 años y vive en la localidad de Villa Tesei, en el partido de Hurlingham, Buenos Aires. Desde que comenzó el acoso no puede vivir como lo hacen el resto de las chicas de su edad. El miedo la paraliza. Sale siempre acompañada de alguien, trata de no quedarse sola en su casa, y cuando va a su trabajo, ruega que cada vez que finaliza su jornada no esté su acosador en la puerta. El hombre le envió fotos desde la puerta de su casa.



Lo cierto es que la chica hizo la denuncia en la Fiscalía N° 3, el jueves 4 de mayo. Allí, los funcionarios dejaron asentado que Evelyn sufre un acoso diario a través de Whatsapp y mensajes de texto, pero no pudieron hacer más que eso, ya que como explicó por Telefe Noticias, le dijeron que la actuación del hombre no era un delito.



Ahora, asustada y desesperada, la víctima decidió dejar de hacer sus actividades habituales. “Sé todo de vos, quién te va a buscar y quién no, sé con quién hablás, con quién no, toda tu ropa, conozco hasta tus perfumes. Sos mía en mis sueños y en mi realidad, lo vas a ser, no te descuides que vas a ser mía", le escribió el acosador.



Un día, cansada de las llamadas y mensajes, la joven le consultó cómo consiguió su teléfono y su respuesta fue increíble: dijo que la vio en un kiosco y decidió que a partir de ese momento ella tenía que ser suya. 



"Un día saliste de tu casa, fuiste a cargar crédito al kiosco que está en la esquina, yo compraba chicles. Te conocí en la calle, te vi en la plaza con tu ex novio, de ahí no te pude sacar de mi cabeza, yo sé que cruzamos miradas y que me viste y siempre me ignoraste”, fueron las palabras que utilizó el agresor para contarle a Evelyn desde cuando la conoce.



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El acosador no le explicó a Evelyn si había escuchado el número en el kiosco cuando fue a cargar crédito para su línea, pero se supone que de esa forma obtuvo el número. La realidad, publica Big Bang, es que el acosador puede ser cualquiera, aunque se supone que un hombre está detrás de la persecución.



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