Mejor no saber

Las cosas que saben todos los empleados de un hotel (pero nunca te contarían)

Los recepcionistas, camareros de piso y botones “ven lo mejor, lo peor y lo más extraño de la humanidad todos los días”. Y hay cosas que es mejor no compartir.

Artistas, comerciales, investigadores, estudiantes, turistas, deportistas, políticos… Todos ellos pasan decenas de noches al año en hoteles de todo el mundo,asistiendo a festivales, congresos y todo tipo de eventos. Y cuando llegan a su habitación no siempre se limitan a dormir.



Como explica en 'Quora' Stacy Jean, una experimentada manager de hotel, los empleados de estos establecimientos tienen las mejores historias: “Vemos lo mejor, lo peor y lo más extraño de la humanidad todos los días”.



Numerosos recepcionistas, camareros de piso, cocineros y botones han contestado en la web la siguiente pregunta: “¿Cuáles son las cosas que los empleados de un hotel no te dirían?” Y esto ha sido lo que hemos sacado en claro:



1. La seguridad es nula. Los hoteles se parecen mucho a los hospitales: son lugares públicos en los que, si no pareces desubicado, puedes pasearte sin temor a que nadie te pregunte qué demonios haces allí. Hasta en los más lujosos establecimientos es posible entrar por la puerta grande y llegar hasta los rincones más escondidos.



“Los hoteles, incluso los más elegantes, atraen a los peores tipos de personas”, comenta otro anónimo empleado de hotel. “No dejes que tus niños corran por los pasillos de noche y asegúrate de que tu puerta está debidamente cerrada. ¡No seas idiota! Usa siempre un candado o cierra la puerta con llave”.



Casi todos los empleados coinciden en señalar que es mejor no dejar nada de valoren las habitaciones del hotel. En muchas situaciones son los propios empleados del establecimiento los que roban a los huéspedes.



Casi todo el mundo que ha trabajado como manager en un hotel se ha encontrado un cadáver



2. La gente se muere en los hoteles. Como explica Susan Deluzain Barry, que ha dirigido numerosos establecimientos, “casi todo el mundo que ha trabajado como manager en un hotel se ha encontrado un cadáver”. Y son muchos los empleados que participan en la discusión que aseguran que, como es lógico aunque no nos paremos a pensarlo, en muchas de las habitaciones ha muerto gente.



Marco Scolari, que ha trabajado durante ocho años en un conocido hotel de Las Vegas, asegura que se ha encontrado numerosos cuerpos. “Sobredosis era lo más común”, asegura. “No muy lejos van los suicidios. Obviamente, también hay accidentes”.



Deluzain no ha tenido que econtrarse con ningún muerto, pero sí ha sido testigo de varios intentos de sucidio. “Un hombre ingresó en una habitación con el plan de suicidarse”, explica. “Trajo vodka y pastillas y destrozó todos los muebles de la habitación, acumulando todos los restos en frente de la puerta. Su intento de suicidio fracasó y fue llevado a prisión por destrucción de la propiedad”.



3. Los edredones no se cambian... “Sólo para aclarar esto, los edredones no están destinados para dormir en ellos”, explica un anónimo camarero de piso. “Sé que muchas personas están asqueadas porque no siempre se cambian pero, de nuevo, no están destinados a ser usados como una sábana”.



4. ...Y las almohadas tampoco. Es habitual que alguna de las numerosas almohadas de las habitaciones de hotel acaben en el suelo. Y, según Tirena Schue, nadie las cambia entre huéspedes: se vuelven a poner en la cama, y luego apoyas tu cabeza encima.



5. Los vasos nunca están limpios. Peri Collins, que asegura pertenecer a una familia que trabaja en el negocio hotelero, es clara al respecto: “Nunca uses los vasos a menos que los laves tú mismo”. Como explica una anónima camarera de piso, las tazas y vasos normalmente solo se lavan con agua caliente en el propio lavabo de tu habitación. En la medida de lo posible, apuesta por los vasos de plástico disponibles.



6. Todo el mundo cobra fatal. Una buena razón para entender por qué no siempre todo está tan limpio como debiera. Como explica un anónimo usuario de 'Quora', que asegura haber trabajado durante años en un hotel de cuatro estrellas del centro de Londres, la mayoría de la plantilla de un hotel tiene una paga que supera por muy poco el salario mínimo. “Muchos de ellos son muy infelices con sus vidas y casi no llegan a fin de mes”, explica. “Esto se aplica a las limpiadores, los camareros y, sí, incluso a los recepcionistas”.



Todos los empleados coinciden: si quieres que te atiendan bien sé generoso y deja propina. Es la mejor forma de conseguir ventajas que de otra manera no conseguirías.



7. Si eres maleducado, prepárate para lo peor. Numerosos empleados de hotel coinciden en señalar que son vengativos con la gente que les trata mal. Según un anónimo camarero, es en el bar y restaurante donde más se devuelven los malos gestos, la ausencia de propina o las exigencias absurdas. Si un cliente que ha tratado mal a algún empleado pide un filete, pasará por la lengua de todo el 'staff' antes de llegar a su plato; si pide una copa usarán el “hielo especial”, que elaboran con el agua del retrete; sus cubiertos habrán pasado por la boca del perro del chef… Y, recuerda, mientras estás cenando probablemente has dejado tu cepillo a la vista en tu habitación...



8. Reservar con el propio hotel es más barato. En la actualidad lo más habitual es reservar las habitaciones de hotel a través de terceros portales que aseguran ofrecer las mejores ofertas, pero los empleados aseguran que el mejor precio siempre se consigue reservando directamente en el sitio del hotel (o vía telefónica).



“No sólo es posible que haya 'overbooking', sino que además es habitual que pagues más de lo que pagarías si hubieras reservado con el propio hotel”, explica un anónimo recepcionista. “He visto a muchos clientes con confirmaciones impresas en las que se indica lo que han pagado por la reserva, y muchas veces el coste es mayor que nuestra tarifa sin reserva previa. Además, he visto a estas compañías cargar todo tipo de tasas (mascotas, televisión...) de las que el hotel nunca ve un duro”.



9. Los recepcionistas saben dónde se come mejor. Los empleados de recepción tienen mucha información útil para hacer tu estancia en el hotel más agradable, pero debes saber cómo tratarles. Como explica otro anónimo empleado, si queremos comer bien, debemos preguntar por los mejoresrestaurantes de la zona. Si preguntamos si se come bien en el propio hotel, obviamente te van a contestar que sí y, aunque el restaurante de enfrente sea una basura, si preguntas directamente por él nadie va a atacarlo, como mucho te darán una respuesta evasiva.



10. No es necesario pagar internet. Aunque cada vez más hoteles ofrecen WiFi gratis a sus huéspedes sigue habiendo establecimientos, algunos de varias estrellas, que tratan de cobrar por la conexión a internet. Se trata de algo fácil de evitar si pedimos amablemente en la recepción que nos den la clave gratis. “La principal prioridad del hotel es mantener a los clientes felices y dispuestos a volver, así que te darán la clave si eso significa que puedes hacer más reservas”, asegura Justin Cooper, un experimentado recepcionista.



11. Este es el mejor día para llegar a un hotel. Por la mañana, para ser más exactos. Así lo asegura Stacy Jean, que lleva trabajando más de cinco años en hoteles. Es en este momento cuando se va la gente que ha venido de vacaciones, pero los visitantes que duermen allí por motivos de trabajo todavía no han llegado, así que tendrás a tu disposición las mejores habitaciones.



12. Nadie trata bien las maletas de la consigna. Cuando tenemos que abandonar nuestra habitación, pero aún debemos pasar unas horas en la ciudad, solemos pedir que nos guarden la maleta en unaconsigna. Una idea poco recomendable si guardas algo de valor. “Tu equipaje será tratado de la peor forma posible”, asegura Anubhav Karanseth, que realiza las prácticas de sus estudios en un hotel. “Si es lo suficientemente grande, nos sentaremos en él. Si es lo suficientemente pequeño, jugaremos al fútbol con él”. 

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