Vas a llorar

La última conversación de una mamá con su hijo que murió de cáncer

Nolan Scully tenía 4 años. Para concientizar sobre el cáncer infantil, su madre posteó hace unas semanas en Facebook un desgarrador relato.

“Dos meses. Dos meses desde que te tuve en mis brazos, oí cuánto me amabas, besé esos dulces besos de “pastel”. Dos meses desde que nos acurrucamos. Dos meses del más puro absoluto Infierno”.



Así, con esas tres oraciones demoledoras comienza el texto que Ruth Scully posteó hace unas semanas en Facebook, y que fue compartido más de 640.000 veces.



Esta mamá, de la ciudad estadounidense de Maryland, describe con una crudeza desgarradora el último diálogo con Nolan, su pequeño hijo de cuatro años que murió de cáncer.



La publicación de Ruth se hizo rápidamente viral. En ella, cuenta que “quería escribir hace mucho tiempo sobre los últimos días de Nolan. Sus últimos pocos días brillaron por cómo es de genial mi hijo. Cuán hermoso es. Cómo él estaba hecho de nada más que puro amor. Esto puede ser duro, pero tengan paciencia conmigo, es una agonía como ninguna otra”, sigue la mujer, mezclando el presente con el pasado al hablar de su hijo, que sufría un rabdomiosacroma, un tipo de tumor que se le había extendido “como un reguero de pólvora” en el cuerpo.



Ruth y Nolan jugando en el hospital (Facebook)

 

El 1° de febrero, los padres de Nolan se sentaron en el hospital con todo el equipo que lo atendía. “Cuando su oncóloga habló, vi el puro dolor en sus ojos. Ella siempre había sido honesta con nosotros y peleó a nuestro lado todo el tiempo”, dice la mujer. Pero el pronóstico que les presentó en esa charla fue devastador.



“Explicó que esta vez no sentía que el cáncer fuera tratable porque se había vuelto resistente a todas las opciones de tratamiento que habíamos probado y el plan iba a ser mantenerlo cómodo mientras se fuera deteriorando rápidamente”, describe Ruth.



his3



“Después de un rato –sigue– me recompuse y fui a la habitación de Nolan. Estaba sentado en la ‘silla roja de mamá’ mirando YouTube en su tablet. Me senté con él, puse mi cabeza contra la suya y tuvimos la siguiente conversación:



“Yo: ¿Te duele al respirar, no es cierto?



Nolan: Buuuuueno… sí.



Yo: ¿Tenés mucho dolor?



Nolan: (mirando hacia abajo) Sí.



Yo: Este asunto del cáncer apesta. No tenés que luchar más.



Nolan: ¿No tengo que luchar más? (con felicidad) ¡Pero lo haré por vos, mamá!



Yo: ¡No! ¿Es eso lo que estás haciendo? ¿Luchás por mamá?



Nolan: Bueno… sí.



Yo: Nolan Ray, ¿cuál es el trabajo de mamá?



Nolan: ¡Mantenerme a salvo! (con una gran sonrisa)



Yo: Cariño… Ya no puedo hacer eso aquí. La única manera en que puedo mantenerte a salvo es en el cielo. (mi corazón hecho añicos).



Nolan: ¡Entonces, me iré al cielo y jugaré hasta que llegues! ¿Vendrás, no?



Yo: ¡Absolutamente! ¡No podés deshacerte de mamá tan facilmente!



Nolan: ¡Gracias mamá! ¡Iré a jugar con Hunter, Brylee y Henry!”.



Esa fue la última conversación que Ruth tuvo con su hijo. La mayor parte de los días siguientes, el nene los pasó durmiendo. Tuvo acompañamiento de cuidados paliativos.



“No puedo explicarles lo que es firmar una orden de “No resucitar” en caso de una emergencia para tu angelical hijo”, dice. Las siguientes 36 horas jugaron, miraron YouTube, descansaron, se dispararon con las pistolas Nerf y “nos sonreímos tantas veces como pudimos”.



La mamá de Nolan dice que se animó a contar su historia para concientizar sobre el cáncer infantil. “DEBEMOS hacerlo mejor con el financiamiento, la investigación y las opciones de tratamiento”, reclama Ruth antes de postear una foto en la que su pequeño hijo la espera acostado sobre una alfombra mientras ella se ducha porque “estaba aterrada de dejarme”.

Comentarios

Tucomentario

Nombre

Más de Sociedad