Mandinga Jr.

Conductor designado
#Opinión

Heladera social: Cuando sobran los motivos

Todo parte de la diferencia entre caridad y solidaridad.

Me parece espantosa la iniciativa de la heladera social. Así debe comenzar este artículo, parándome en la vereda de enfrente y ganando el rechazo de varios. Una propuesta que es celebrada como un gran avance en el espíritu colectivo de nuestra sociedad, pero que no hace otra cosa que tranquilizar la conciencia entregando las sobras.



Para explicarme mejor diré que todo parte de la diferencia entre caridad y solidaridad. Las dos hacen una lectura de la realidad y ponen foco en la pobreza. Pero la caridad reconoce la pobreza y, desde un pedestal, entrega limosnas a fin de menguar temporalmente esa situación. Por otro lado la solidaridad reconoce a la pobreza y se para al lado del necesitado para compartir lo que tiene con su par. La solidaridad es el verdadero sentido de fraternidad, de reconocer a un hermano en el que sufre.



Plantear una heladera social es una acción caritativa. Es decidir entregar las sobras de la comida al que tiene hambre. Las mismas sobras que antes le pedias al mozo que te envuelva para llevárselas al perro. Entiéndase en qué lugar se está poniendo al necesitado.  



Este acto tan elogiado no es más que maquillar la realidad para poder dormir con la conciencia tranquila. Si realmente interesara suplir el hambre se buscaría COMPARTIR de lo que se tiene con el que lo necesita. Existen muchas iniciativas solidarias que apuntan en este sentido y a las que aplaudo. Pondré como ejemplo "café pendiente". Esta iniciativa consiste en dejar pagado uno o más cafés para que sean entregados a quien no pueda pagarlo. Nótese la diferencia, no se entregan sobras sino que se comparte. Eso es solidaridad.



Por todo esto es que me parece espantosa la iniciativa de la heladera social. Pero más espantosa me parece las propuestas de Guillermo Durand Cornejo que van en este sentido. El diputado nacional presentó recientemente un proyecto de ley para prohibir que supermercados y casa de comidas rápidas desechen alimentos y que sean destinados a bancos de comida.



“En los locales de comidas rápidas y en supermercados se tiran grandes cantidades de productos lácteos, frutas, comidas secas, que están a puntos de vencer o están dentro de la tolerancia y no se permiten ya vender. Obteniendo la prohibición que se tire esos alimentos podríamos terminar con algunas personas con hambre”, dijo el diputado.



A riesgo de sonar como militante del Partido Obrero, diré que es un despropósito que un legislador intente alimentar con productos vencidos, pero que están dentro del margen de tolerancia, a los más necesitados. Es la tarea del legislador y del Estado el velar y crear las condiciones necesarias para que los ciudadanos puedan satisfacer sus necesidades. Para conseguir eliminar el hambre, Durand Cornejo debería legislar en pos de la generación de fuentes de trabajo genuinas, no para que los supermercados entreguen mercadería vencida.

Comentarios

Tucomentario

Nombre

Más de Sociedad