Atención golosos

Para comer un huevo de Pascua sin culpa hay que correr una hora

Uno mediano aporta 300 calorías. Los de chocolate negro son más sanos que los blancos.

Es tiempo de huevos de Pascua, una tradición sumamente dulce que se mantiene año tras año y que es más fuerte que la balanza. Ningún nutricionista dirá que renunciemos a ellos en esta época, pero casi todos aconsejan disfrutralos con moderación y elegiendo los más saludables, que son los de chocolate oscuro. Para los que se exceden, en cambio, la actividad física ayuda a contrarrestar efectos.



Un huevo de chocolate pequeño (32 g.) aporta unas 170 calorías. Según nutricionistas consultados para “quemarlo” habría que caminar 68 minutos. Los medianos (55 g.) alcanzan las 300 calorías. En ese caso, hay que correr una hora. Los que se tienten con uno grande (110 g.) estarán incorporando 580 calorías. Para “bajarlas”, tendrán que patinar en rollers, por ejemplo, una hora con 45 minutos. 



“La cantidad de calorías dependen de tamaño y composición”, dice Silvia Tasat, de la Sociedad Argentina de Nutrición. “Lo ideal es elegir de chocolate negro, bien oscuro y amargo, que son los que tienen mayor porcentaje de cacao (entre el 65 y 70%). Son los de más pureza y contienen antioxidantes naturales que se llaman flavonoides, que ayudan a la salud cardiovascular”, agrega. Los blancos son los menos recomendados: tienen mayor contenido de manteca y más grasas.



Este domingo volverán  a la mesa de Pascua y será imposible resistir la tentación. Entonces, ¿qué hacer? “Lo poco inteligente es no planificar su consumo “, responde el licenciado en nutrición Diego Sívori. Comparte algunas equivalencias: “Imaginemos que, durante una semana, nos regalan varios huevos de chocolate de 50 gramos. Si comemos dos podemos “quemarlos” saltando 55 minutos a la soga. Si comemos cinco, tendremos que limpiar la casa durante 340 minutos. Y si comemos siete, conviene andar en bicicleta 320 minutos”, dice. 



“Conviene elegir un huevo pequeño y de buena calidad. Incluirlo como postre. No elegir un huevo muy grande porque no te vas a comer un pedacito, por lo general uno se lo come todo”, reconoce Tasat.  Un detalle: no es lo mismo comer una barra de chocolate que un huevo de Pascua. “El huevo está más manufacturado, le agregan más azúcar y más grasa para hacerlo maleable, y tiene agregados como el glacé”, describe. Pero cuidado: el huevo viene después de las empanadas gallegas y otros alimentos típicos. “Tranquilamente se pueden engordar un par de kilos en Pascuas”, alerta. 



De todos modos, la tradición es más fuerte que el miedo a la balanza. “Este año hay un 20% más de producción de huevos de Pascua, en comparación al año pasado”, cuenta Javier Ickowicz, propietario de Nucha. Según Natalia Colla, del Grupo Arcor, “se estima un volumen de ventas estable en comparación al 2015”. Sus productos van de $20 (“Princesas” de 20 g.)a los $170 (“Star Wars” de 170 g.). El vocero de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), Vicente Lorenzo, explica que –por factores económicos– este año los compradores “se van a redireccionar a los huevos de menor valor” y que quizás en vez de comprar varios productos chicos prefieran comprar uno solo, pero más grande.



Según una encuesta que realizó Kantar Worldpanel, el 38% de los argentinos va a comprar los huevos en supermercados o hipermercados, un 28% los va a elegir artesanales, un 18% los va a hacer en sus casas, un 14% espera recibirlos de regalos y el 7% optará por adquirirlos en las confiterías o panaderías de la zona en dode viven. 



Entre los artesanales, hay opciones “con historia”, como los realizados por las monjas de la Abadía Benedictina de Santa Escolástica, que en septiembre cumple 75 años de su fundación. Su vida se basa en dos pilares: la oración y el trabajo, que incluye a la repostería. En su sitio web (www.santaescolastica.com.ar) figuran los puntos de venta de sus productos, todos creados y decorados a mano, con la dedicación que una fecha como esta se merece. 

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