Una dieta genial

Mirá cómo bajar de peso comiendo pan

Uno de los alimentos básicos y también uno de los más pólemicos en lo que a perder peso se refiere. ¿Realmente hay que eliminarlo o podemos seguir mojando en el plato?

La mayor parte de las dietas populares, desde la Atkins hasta la Paleo pasando por la Wheat Belly –número uno en EEUU desde hace un par de años–, lo prohíben. La norma general es eliminar los hidratos de carbono como clave esencial para conseguir perder peso, por lo que se acabaron los panecillos y las pastas. Horror. Claro que probablemente también habrás escuchado aquello de que el pan no engorda, 'lo que engorda es lo que le metes dentro'. Entonces, ¿qué debemos pensar? Los expertos en alimentación tienen la respuesta, y te va a encantar.





“Las dietas bajas en carbohidratos hacen que la mayoría de la gente se ponga de mal humor”, asegura en 'The New York Post' Heidi Powell, coautora del libro 'Extreme Transformation: Lifelong Weight Loss in 21 Days' (Hachette), quien defiende que las soluciones rápidas pueden funcionar a corto plazo pero al poco volvemos a estar como en el punto de partida y, básicamente, nuestra dieta no ha servido para nada.

Son numerosos los expertos en nutrición que recomiendan no cortar por completo con el pan, el trigo y la pasta para conseguir una pérdida de peso constante a largo plazo. “Con una dieta baja en hidratos de carbono se obtienen los resultados en poco tiempo, pero en medio tenemos que añadir días en los que hagamos un consumo alto de carbohidratos para mantener saludable el metabolismo”, añade Chris Powell, marido de Heidi y coautor de la mencionada guía. De hecho, el plan de adelgazamiento que proponen en el libro –al que han denominado como la dieta 'Carb Cycling'– se basa en incluir los carbohidratos en nuestro menú durante cuatro días a la semana, estar dos sin comerlos y, por último, incluir un séptimo día de “pecados”.





Tenemos que añadir días en los que hagamos un consumo alto de carbohidratos para mantener saludable el metabolismo.



Este método ayuda a prevenir la desaceleración metabólica común en las dietas bajas en hidratos de carbono, que se traduce en que los kilos y graperdidos regresan de nuevo a su sitio en cuanto volvemos a comer un poco de pan. “Así se obtienen los beneficios de una dieta baja en carbohidratos sin dañar el metabolismo”, comenta Heidi. 



Toma pan y moja



Tampoco nos vengamos arriba con esos cuatro días de hidratos. Nadie ha dicho que te puedas atiborrar a pizza, bollos y hamburguesas, de hecho lo que está permitido y recomendado en la dieta del matrimonio Powell para que realmente podamos perder peso comiendo pan, es optar siempre por los carbohidratos naturales como los que se encuentran en panes, arroces y pastas integrales, legumbres y frutas.





De hecho, no podemos volvernos locos durante los días de libertad en el consumo de hidratos. La clave está en encontrar el momento ideal del día para consumirlos manteniendo siempre los niveles de glucosa estables y el metabolismo activo. Por ejemplo, si estamos más activos durante la mañana, tendremos que desayunar una mezcla de proteínas y carbohidratos –como un plátano y unas nueces– a primera hora, de tal forma que podamos quemarlos durante el resto del día, ya sea caminando o con una sesión de gimnasio. De hecho, si vas a hacer ejercicio los vas a necesitar sí o sí para recuperarte y restaurar y reconstruir los músculos.





Para comer podemos optar por un plato de arroz integral que nos ayude a mantenernos saciados durante más horas, después merendar un buen puñado de frutos secos –ideales para mantener estables los niveles de azúcar en sangre– y cenar carbohidratos en forma de verduras, como batata o calabacín, para que se digiera fácilmente mientras dormimos y nos despertemos llenos de energía.  

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