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[FOTOS] 4 tipos de granos que no deberías apretar o rascar nunca en tu vida

No todos los granitos son recomendables a la hora de reventarlos y te contamos porqué.

A la mayoría de las personas les resulta inevitable apretar sus granitos y querer acabar con ellos de una buena vez por todas, sin embargo, en vez de eliminarlos, probablemente estén ocasionando todo lo contrario. Eso sin contar las disitintas consecuencias (a veces graves) que eso conlleva.



Por eso, en esta nota te contamos cuáles son los cuatro tipos de granos que jamás deberías apretar o rascar en tu vida.



1. Herpes labial





Este tipo de herpes es mucho más común de lo que se cree y se da con mayor frecuencia en los meses de invierno. Si bien a veces puede verse similar a un pequeño granito, no hay que apretarlo ya que podría contagiar otras zonas con herpes o simplemente hacer que se quede en el rostro para siempre.



Así lo afirmó el experto Joel Schlessinger a Bío Bío Chile:




"Estas ampollas son causadas por el virus del herpes simple y puede ser transmitido de una zona a otra a través del tacto".




Lo recomendable es ver a un dermatólogo para que recete una crema medicinal y, por supuesto, evitar besar a otras personas para no propagar el virus.



 



 2. Milia, o esos granitos blancos que te salen cerca de los ojos





Estos granitos, a pesar de parecer acné o algo similar, son sólo pequeñas protuberancias que no debiesen ser apretadas. Schelessinger asegura que si se intenta ‘reventarlas’ sólo se estará haciendo daño a la piel:




"Exprimirlos tiene poco o ningún efecto, sólo lograrás que la piel se enrojezca, irrite e inflame, mientras la milia sigue intacta."




El especialista asegura que no se trata de granitos ni de suciedad y que son sólo células atrapadas dentro de la piel. En caso de que por razones estéticas nos molesten mucho, siempre podemos pedirle a nuestro dermatólogo que las quite.



 



3. Puntos negros





Los puntos negros se forman casi por la misma razón que los granitos: un exceso de grasa en la piel y en los poros. Sin embargo, a diferencia de los granos comunes, no es buena idea intentar ‘reventar’ los puntos negros. El dermatólogo explica la razón:




"Exprimir obliga a las bacterias a provocar un traumatismo aún más profundo en la piel".




Es por eso que lo mejor es utilizar productos especializados para limpiar y exfoliar las zonas problemáticas.



 



4. Pelos encarnados





Los pelos encarnados aparecen usualmente con la depilación y esto se debe a que un vello crece pero queda atrapado bajo la superficie de la piel. Aunque muchos crean que lo mejor es 'liberarlos' apretándolos, la verdad es que eso sólo nos expone a infecciones y enfermedades. Schlessinger recomienda que lo mejor es controlar las molestias y tener paciencia:




"Aplica hidrocortisona, eso reducirá el enrojecimiento, picor e irritación. Lava la zona afectada con un exfoliante para ayudar al vello a salir a la superficie de tu piel".


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