¿Lo sabías?

Culpa de estos 6 alimentos tu abdomen luce todo el día hinchado

Si querés tener una panza chata te recomendamos leer esta nota.

Seguramente lo has comprobado una y otra vez, hay comidas que se digieren como por arte de magia y nos hacen sentir satisfechos sin causarnos ninguna molestia, mientras que otras pueden convertirse en verdaderos problemas: nos provocan gases, acidez, indigestión, pesadez, nos dan sueño… la lista es larga.



Una de las consecuencias más desagradables de estos alimentos pesados es la inflamación del vientre, a veces leve y sin mayores consecuencias, otras veces tan aguda que no podemos ni abotonarnos los jeans.



El medio "Informe 21" publicó algunos de los posibles culpables que, si bien no debes eliminar por completo de tu dieta, podrías regularlos o simplemente saber cuándo comerlos y cuando no:



Brócoli: Estas y otras verduras cucíferas contienen rafinosa, un azúcar que no se digiere hasta que se fermenta en el estómago. La inflamación es el inevitable efecto secundario.



Qué puedes hacer: Cocinarlas, ya sea al vapor, hervidas o salteadas, facilita la digestión de las verduras.



Legumbres: Con tantos chistes en los que tienen el papel protagónico, a nadie le sorprenderá encontrar a los frijoles en esta lista. Ya sean negros, blancos o rojos, lentejas o garbanzos, estos alimentos ricos en proteína son grandes causantes de gases. Las fibras y azúcares que contienen no son fáciles de digerir hasta que las bacterias del estómago hacen su trabajo.



Qué puedes hacer: Consúmelos con otros granos integrales más fáciles de digerir, como el arroz, la quínoa o el mijo.



Productos lácteos: Las personas que padecen de intolerancia a la lactosa no tienen ciertas enzimas necesarias para digerir los alimentos derivados de la leche. El resultado es que al ingerirlos la lactosa no se procesa y provoca gases e inflamación del vientre. Si sospechas que ese es tu caso, hay muchas alternativas no lácteas o sin lactosa, e incluso tabletas que ayudan a asimilar la lactosa.



Manzanas: Dice el refrán que “al día una manzana es cosa sana”; sin embargo, algunas personas no pueden digerir la fructosa y el sorbitol que contiene esta fruta y, en consecuencia, sufren de vientres hinchados por los gases.



Qué puedes hacer: Si te sientes afectada, come manzanas con moderación y escoge bien el momento.



Sal: Aunque necesaria para el organismo en moderación, además de ser uno de los potenciales culpables de la hipertensión, la sal provoca retención de líquido y también hace que te hinches.



Qué puedes hacer: Evita los alimentos procesados con alto contenido de sodio y consume solo la cantidad de sal recomendada.



Sodas: Las burbujas de las bebidas carbonatadas pueden hacer que el gas se te quede atrapado en el estómago.

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