Ser saludable

7 errores comunes que cometemos los argentinos a la hora de comer

La última encuesta Nacional de Nutrición y Salud determinó que la alimentación de los argentinos ronda 20 alimentos básicos y una licenciada en nutrición definió los siete errores que cometemos a la hora de comer y armar nuestra dieta

Según la última encuesta Nacional de Nutrición y Salud, la alimentación argentina se mueve entre 20 alimentos básicos. El trabajo informa que el 80% de los argentinos aseguran no tener una diera balanceada o saludable, mientras que el 59% dijo no practicar nada o casi nada de actividad física. Y si bien la alimentación es un tema de los más difundidos en este último tiempo y la gente reconoce saber los conceptos claves, ninguna fruta forma parte del top 20 de alimentos más consumidos en el país.



La licenciada en Nutrición María Cecilia Ponce (MN 3362), especialista del Laboratorio Alcat Argentina, habló con Infobae y enumeró los siete errores más comunes que cometen los argentinos a la hora de comer.



1- Consumen productos light en exceso

El problema yace en que estos alimentos son consumidos sin límites, se aumenta el tamaño de la porción con la creencia de que no aportan calorías o grasas.



Un alimento puede ser etiquetado como “dier” cuando alguno de sus componentes fue modificado, ya sea que contiene menos sodio, menos azúcar o más fibra. Un producto se considera “light” si su contenido energético fue reducido al menos un 30% en comparación con el original. Por ejemplo, los quesos grasos que se etiquetan como light sólo contienen un poco menos de grasas y calorías pero, si se ingieren en una cantidad mayor que la adecuada, no permitirán un descenso de peso. Bajo en calorías significa que su contenido es menor o igual a 40 kcal por porción. Y sin calorías es cuando su contenido de calorías es menor de 5 por porción, por ejemplo en las bebidas.



Utilizar alimentos light puede ayudar para ahorrar algunas calorías, pero no por eso se debe abusar de ellos.



2- Consumen exceso de harinas refinadas

Se debe aprender a reemplazar este tipo de harinas por opciones más saludables como las integrales, aunque igualmente debemos controlar sus cantidades.



Se debe aprender a controlar la cantidad de harina que se consumen y a reemplazar las harinas tradicionales por opciones más saludables. Las harinas y cereales integrales tienen mayor contenido de fibra y minarales, por lo que su poder saciante es mayor y se evita comer más. Sin embargo, las calorías que aportan son casi las mismas que las de productos refinados, o pueden ser más caloricas en ciertos casos.



3- Tienen rechazo a las grasas

No todo el consumo de grasas es perjudicial. La grasa hidrogenada de la pastelería, golosinas, fiambres y otros alimentos procesados perjudica seriamente la salud. Por el contrario, la grasa insaturada del pescado, los frutos secos y semillas, paltas y aceite de oliva debe formar parte del consumo habitual por sus propiedades beneficiosas.



4- Comen muy pocas frutas y verduras

Los nutricionistas recomiendan comer entre dos o tres piezas de fruta y dos raciones de verdura al día, debido a que aportan vitaminas y minerales necesarios para nuestro organismo. Ambas pueden ser crudas o cocidas, pero lo importante es la variedad, intentar incorporar una verdura o fruta diferente cada semana.



5- No consumen pescado

El pescado no es parte de la alimentación habitual de las familias argentinas por varias razones: por habito, por no saber cómo cocinarlo o incluso por razones económicas. Por ello se pierden los beneficios de sus grasas poliinsaturadas tan importantes. Lo recomendable es sumarlo por lo menos 2 o 3 veces por semana en el menú familiar.



6- Malinterpretan las recomendaciones

La recomendación de comer granos y cereal completo no se refiere a aumentar el número de tostadas, pan o de pastas, sino a incluir en las comidas otros tipos de cereales como arroz integral, quínoa, amaranto, mijo, cebada.



7- Evitan los huevos por su colesterol

En la actualidad se sabe que el contenido de colesterol de un huevo no influye en los niveles de colesterol sanguíneo.



Lo que sí hay que controlar, para mantener en linea el nivel de colesterol, es el exceso de grasas trans, que se encuentran en los productos industrializados como galletitas, alfajores, masas de tartas y empanadas, chocolates y golosinas. Si los huevos se cocinan de forma adecuada, pueden ser incorporados de forma cotidiana a la alimentación de toda la familia.



Según la encuesta Nacional de Nutrición y Salud, los productos que más se consumen en la Argentina son: azúcar, pan francés, cebolla, huevo, papa, aceite de girasol, aceite comestible mezcla, gaseosas, tomate en lata, tomate fresco, fideos secos, harina de trigo, zanahoria, carne roja –especiales para olla–, arroz blanco, carnes rojas para empanar, manteca, pan rallado, galletitas tipo crackers y jugo en polvo.



En ese sentido, la licenciada en nutrición Perla Manera (MN1524) dio a Infobae una serie de estrategias para ampliar los componentes de la dieta, como también la diversidad de platos:



-Planificar el menú semanal permite gastar menos, variar la alimentación, organizar los tiempos y evitar el estrés de la incertidumbre del “qué comemos hoy”.



-Fomentar el consumo de frutas y verduras de estación asegura mayor porcentaje de nutrientes al menor costo.



-Limitar el consumo de bebidas dulces reemplazando por jugos preparados en casa naturales o aguas de compotas frutales evitando el exceso de azúcar.



-Aumentar el consumo de agua.



-Disminuir el consumo de sal haciendo uso de los condimentos naturales.



-Estimular la frecuencia de consumo de alimentos ricos en fibra e integrales.



-Incrementar las porciones de lácteos o alimentos ricos en calcio.

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