#NoSonEspíritusChocarreros

Una familia de Salta tuvo que irse de su casa para no morir en manos de espíritus

Dentro del hogar vieron sombras que deambulan. También sintieron empujones a cualquier hora del día o un inesperado aire frío que penetraba aunque estuviera todo cerrado.

A fines de octubre del 2012, la familia Sánchez vivió días de desperación, angustia y terror dentro de su propia casa, a causa de extrañas apariciones que les hicieron la vida imposible. A tanto llegó el hostigamiento fantasmal, que debieron refugiarse en otro lugar. 




El hogar del horror está ubicado en el barrio 40 viviendas de La Merced.

 




En ese entonces el párroco del pueblo, Pablo Castro, dijo que podría tratarse de un ente demoníaco convocado inconscientemente por alguien de la familia en algún tipo de ritual como el juego de la copa, muy usado por los adolescentes, o por un fenómeno paranormal provocado por la mente de alguien allegado.



Santos Sánchez, el padre de la familia, manifestó a la policía que el miedo invadió su hogar cuando sus hijos, dos adolescentes de 12 y 16 años, comentaron los diferentes episodios que vienen ocurriendo en su casa. Entre ellos, las manifestaciones de sombras que deambulaban los dormitorios, los empujones que recibian a cualquier hora del día, o el inesperado aire frío que penetraba el hogar aunque estuviera todo cerrado.



 




“Nos tuvimos que retirar de la vivienda porque era imposible aguantar como nos molestaban estos espíritus”, contó a diario El Tribuno en ese momento el padre de familia.

 




Pero el testimonio elocuente del atemorizado hombre dejó perplejos a los uniformados cuando relató detalles de la cama de su hija que levitó por varios segundos a unos 50 centímetros del piso.



“Qué hago! ¿Me pueden ayudar?”, preguntó Sánchez. Como no se podía plasmar una denuncia por carecer de “objetividad” se le sugirió buscar ayuda con el sacerdote.



Los policías, para no dejar solo al cura en una posible lucha contra un ser maligno, le ofrecieron una custodia para acompañarlo durante su faena de bendiciones que logren expulsar al ente diabólico.



El sacerdote agradeció el gesto, pero decidió acercarse de incógnito al domicilio poseído. Por otro lado y para verificar estos sucesos extraordinarios, a plena luz del día y a media mañana, una comisión motorizada del 911 fue al domicilio.



Al llegar uno de los efectivos se acercó a la puerta de la casa, golpeó y cuando fue atendido por la madre de la familia recibió un fuerte empujón que lo desplazó varios metros a la vista de todos. Sin mediar palabra, la patrulla se alejó del lugar para buscar apoyo de la comisaría local, pero los policías aseguraron que el sacerdote “ya tenía todo controlado”.



Tras varias horas de bendiciones y rezos, el padre Pablo “limpió el hogar”, pero en el tiempo que le demandó su acción dijo no haber sentido la presencia de un ser demoniaco como relató la familia.



Por su parte la madre de los chicos dijo: “No queremos hablar, no quiero acordarme de lo que pasó. Espero que esto haya terminado”, rogó. 

Comentarios

Tucomentario

Nombre

Más de Salta