Rodrigo Teves

Que Pasa Salta
Mejor prevenir

Qué hacer cuando nos llega una tarjeta de crédito que nunca pedimos

Es común que algunos bancos envíen tarjetas de crédito sin consentimiento del usuario. Si alguna vez te pasó, te contamos qué tenés que hacer.

El sitio Derecho en Zapatillas, recomienda estar precavidos y ver bien qué se firma en la letra chica de los formularios, porque a veces podemos estar pidiendo alguna. El problema viene desde hace un tiempo, pero ahora hay una novedosa sentencia al respecto.



La normativa no cambió; es ilegal cobrar por algo no pedido expresamente, y el silencio no implica conformidad (leyes 24.240 y 25.065). Tiempo atrás, el diario Clarín publicaba lo siguiente:



"Mario Siciliano se sorprendió una mañana al recibir en su casa una tarjeta de crédito con su nombre impreso en el plástico. Nunca supo cómo el Lloyds Bank había obtenido su dirección y número de teléfono porque jamás fue cliente de ese banco. Pero decidió no darle importancia, destruyó la tarjeta Visa y la tiró a la basura. No imaginó que ese 'regalo' del banco le traería problemas por casi tres años.



Todo comenzó cuando al año de haber destruido la tarjeta, el banco se la renovó automáticamente y le envió un nuevo plástico. Mario comenzó a recibir resúmenes con gastos. 'El primero era de $60; el segundo, de $90. Corté la tarjeta, la metí en un sobre, escribí una carta poco amable y la mandé de vuelta al remitente', recordó.

No le volvieron a llegar otros resúmenes, pero tuvo inconvenientes más graves: le negaron un crédito en un banco y una financiación en cuotas en una casa de productos para la construcción. 'Ahí me enteré de que figuraba como deudor en la base de datos del Veraz. Todo por no pagar los gastos de una tarjeta que no pedí y que ni siquiera usé', contó a ese diario".



La Ley 24.240, en su artículo 35, prohíbe la realización de propuestas al consumidor sobre bienes o servicios que "no hayan sido requeridos previamente y que generen un cargo automático en cualquier sistema de débito".



Pero casos similares a los de Mario se repiten a diario: sólo en las primeras tres semanas de marzo, la Secretaría de Defensa del Consumidor de la Nación recibió 20 reclamos por problemas con tarjetas no solicitadas.



Finalmente, Mario Siciliano - de 58 años, tres hijos, encargado en un taller de embarcaciones - llevó su caso a los Tribunales Arbitrales de Consumo. Allí tuvo una audiencia de conciliación con el banco y consiguió hace unos días que el Veraz sacara su nombre de la lista de deudores bancarios.



"Gracias a los Tribunales Arbitrales pude resolver mi problema sin gastar un peso en abogados. De todos modos, perdí mucho tiempo porque los trámites fueron demasiado largos", relató el consumidor.



¿Qué ocurre en Salta?

 



"Es un abuso bancario que se da mucho en Salta. Este precedente puede ser invocado por todo consumidor que se encuentre en igual situación y demande en sede judicial", comenta el Dr. Daniel Paganetti, especialista en Derechos del Consumidor.

Si te encajaron una tarjeta 'de prepo', es una violación al derecho del consumidor.

Además, es un absurdo achacar responsabiliad al cliente porque no concurrió a la sucursal o no se comunicó para hacer saber que no quería el mentado producto, en el caso tarjeta de crédito.



Un reciente fallo del Tribunal de Cámara terminó condenando a un banco a resarcir daño moral y daño punitivo, por más de $ 260.000 a lo que deben agregarse los intereses. Esto por el perjuicio de haber tachado como moroso a un ciudadano por una tarjeta de crédito no pedida.



"Cuando se recibe una tarjeta que no se pidió no hay que hacer nada, no hay que contestar ni avisar, según se especifica en la ley. Si llegara a enviarse habilitada, no es un problema del consumidor", recomienda Paganetti.



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