Basta de bullying

No puede estudiar: lo que le hacen a este nene salteño en su escuela es de lo peor

Se llama Lucas, tiene 7 años y contó su dolorosa historia en la televisión salteña. Uno de tantos que se anima contar su calvario.

Lucas tiene 7 años y lo único que quiere es poder estudiar tranquilo, pero no puede hacerlo por una preocupante razón: sufre el bullying de sus compañeros. Desde que empezó a asistir a la escuela Fray Roque Chielli, ubicada en barrio Don Emilio, se convirtió en el centro de las burlas de otros niños de su misma edad, al punto tal de frustrarse de la peor manera. 




Burlas acerca de su peso, insultos y agresiones físicas es lo que Lucas soporta desde hace dos años. 




Con el año nuevo, las esperanzas se renovaron, pero nada cambio. Los chicos comenzaron a mofarse de sus anteojos, y pese a clamar por ayuda, nadie se preocupó por escucharlo. “Me decían malas palabras, pero mi maestra no me escuchaba, no me entendía”, dijo.




Hace poco, un grupo de 8 niños, en una especie de precoz patota, intentó agredirlo pero un puñado de amigos salió en su defensa.




Su mamá, Mercedes, confiesa que fue una situación desesperante saber que estaba en la escuela y que no había quien lo proteja o lo cuide. “Yo le decía a las directoras y a la maestra pero no tuve respuestas”, contó.



La única solución para los tutores escolares fue enviar al psicólogo a Lucas, quien, según su criterio, era muy sensible. “Me prohibieron que hable con los padres de los chicos, y bueno, fue muy difícil”,  dijo.



Sin embargo, enterados de la situación, fueron los propios padres de los niños, quienes se acercaron a hablar con ella. “Me vinieron a hablar para decirme por qué nunca les dije y ahí se solucionó”, detalló.




Los papás tomaron las riendas de la situación y los chicos empezaron a pedirle disculpas a Lucas. “Nos invitaban a sus casas para que los niños se hagan amiguitos”, detalló.




Mercedes, sin atisbos de rencor o venganza, lo único que pide es que no suceda nuevamente ya que ningún chico debe ser insultado pese a tener condiciones diferentes.  “Los chicos aprenden porque ven en la casa, estaría bueno que todos nos empecemos a fijar como cuidamos a nuestros hijos”, finalizó.

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