Le dieron un premio por ser el último soldado de la Batalla de Salta pero resultó ser un farsante

A continuación reproducimos una síntesis de un particular historia que relata Oscar Wayar en  Astillas Históricas de Salta sobre la Batalla de Salta. Premiaron a un supuesto soldado, héroe de la Patria pero todo resultó siendo una farsa.

El último Soldado de la Batalla de Salta

En este día en que conmemoramos la épica Batalla de Salta, le dejo un articulo que realice hace algún tiempo y que levantaron varios medios de comunicación, el mismo pertenece a mi libro Astillas Históricas de Salta, se los dejo para aquel que no lo haya leído. 

A finales del Siglo XIX cuando ya se estaban perdiendo las historias y relatos de la Independencia, aún quedaban algunos que valientemente habían luchado en las contiendas por la Emancipación de América, hasta hubo un tipo de concurso en donde se regalaba una suma cuantiosa de dinero para elegir entre los pocos que quedaban cual era el más digno de ser elegido para engalanar con su figura parte de nuestra historia nacional, y estar en el bronce junto a los padres de la Patria. San Martin, Belgrano, Güemes y tantos otros. Hubo varios que se presentaron pero uno solo gano el tan ansiado premio, con el tiempo salió a luz que este sujeto no era un veterano de la Independía sino más había sido participe en los combates ayudando a los realistas, los papeles que supuestamente había dejado como prueba eran falsos y nada de lo que había contado se acercaba a los relatos descriptos en los oficios de guerra es, más se preguntó a los soldados y algunos generales que aun subsistían pero nadie lo conocía y no recordaban que este personaje haya luchado junto a ellos. 

Así se caí uno de los tantos que agarrándose de la viveza criolla intentaban, subir al podio de las Glorias Nacionales. Mientras que en la realidad cotidiana si existían verdaderos héroes que ya en la pobreza sucumbían ante el tiempo y la desidia de su Pueblo. 

Por ejemplo uno de ellos era un Héroe Nacional olvidado, que falleció en la pobreza e indigencia el día 11 Junio de 1903 llevando a cuesta sus 117 años, este guerrero sin igual era Don Luciano Brito que ya en su ancianidad contaba con una ceguera que le impedía movilizarse con agilidad, pero seguramente aún seguía plasmando en su mente las antiguas batallas que habría librado con esos valientes y arrigidos hombre que forjaron este país. Ya en su lecho mortal, pensativo y reflexivo iría desgranando esos logros para no olvidar jamás el amor con que lucho por ver Libre a su Patria, lo cual hizo a cabalidad, aunque su Nación nunca le retribuyo eso. Es más quizás todo el que está leyendo esto en absoluto había escuchado alguna vez de él. Jamás en la escuela se enseñó sobre este personaje, ni tampoco alguna vez había leído sobre su vida y obra. Claro, esto es así porque realmente los libros de historia no vieron en esas personas comunes y correnties o soldados rasos algo que debiera ser contado, mas siempre se enfocaron en los grandes participes de la sociedad y en los de las contiendas bélicas. 

Luciano Brito fue un soldado que participo en la Batalla de Salta poco sabemos de su fantástica vida tanto solo lo que recogió la vieja revista Caras y Caretas en Junio de 1903, donde nos dice que este héroe fallecía en una cama del Hospital San Carlos de la provincia de Santa Fe, que había nacido en Tucumán y que en los últimos años de su vida vivía de la caridad pública. Fue atendido por el doctor Francisco Beltramino quien fuera un médico de prestigio allá por los primeros años del siglo XX, este le diagnosticó pulmonía senil la cual sería la causa de su deceso. La gente del lugar conocía a Brito y lo trataba con un respeto sin igual sabiendo su glorioso historial con los que consagro la Libertad Argentina. Sea el Honor y la Gloria a este Héroe Nacional en las fechas que recordamos ese 20 de febrero cuando luchó en la Batalla de Salta.

En la imagen inédita que acompaña este relato podemos ver a Don Luciano Brito en su lecho de muerte junto a su médico y un enfermero, partiendo de este mundo con tan solo la Gloria que le supo dar defender la Celeste y Blanca y forjar este Bendito País.