Las fritas del Paseo de los Poetas

Este bodegón hace mucho que estaba a la espera de nuestras papilas gustativas. De movida tenemos que decir que el lugar supera al de la Siria y Belgrano porque hay mesas con banquitos y para uno de los gordos, "el mejor mantel bodegonero". Además tiene un toldo para protegernos del frío (igual toda la grasa que tenemos encima de nosotros nos alcanza para zafar) y la atención de la señora es buena y cálida.

Cuando llegamos nos dieron las opciones alternativas a las empanadas: Kupi al horno, bomba de queso o carne , papa con queso y guiso de mondongo. Apenas terminó la carta al canto empezamos a babear como perros y aparte de una docena de empanadas, pedimos Kupi y una bomba de queso y otra de carne.

Las empanadas fritas fueron de queso  y carne. Nos parecieron un poco chicas de tamaño pero tenían buen sabor y la masa estaba bien fritada. Las de carne tenían bastante carne (molida), y estaban un poco jugosas.  Pero las de queso se abusaron de papa en el recado. 

Por otro lado, tenemos que hablar de lo otro que pedimos. Lamentablemente nos llevamos una decepción (sobre todo por el precio). Cada bomba valía 20 pesos pero tenía el tamaño de un chocolate jack, para llenar una muela. 

Para hacer valer sus raíces ,"El persa" fue el que pidió Kupi . Después de probar un par de bocados, en un lenguaje inentendible, alzó las manos y miró al cielo con una expresión de malestar profundo; y como si sus ancestros estuvieran en su paladar y su lengua, dijo que el Kupi no estaba bueno y tenía mucho triguillo. 

Pese a las críticas, nos comimos todo; incluso un gordo, de gula,  pidió mas empanadas. Después se fue insultado por todos los del Club por haber agrandado la cuenta. De todas formas el gasto promedió los 70 pe (la docena a 90) incluida la bendita limonada Marinaro de vidrio. 

La salsa picante no pica nada, tiene mucho tomate (igual nos bajamos dos platitos).