La desgarradora carta de la esposa de un tripulante salteño: "Hasta pronto, negrito"

El último mensaje que el cabo principal Sergio Cuellar le escribió a su esposa, Laura Alancay, fue el 8 de noviembre a las 11.26, desde el puerto de Ushuaia, antes de subirse al submarino ARA San Juan: "Falta poco para vernos, negrita". Luego de eso, su celular nunca más se activó.

Hoy se cumple un mes desde aquel momento, y Laura decidió escribir una carta para homenajear al amor de su vida y padre de su hijo Bruno, de 6 años.

Sergio nació en Salvador Mazza. A los 19 años ingresó a las Fuerzas Armadas y, cuando cumplió los 25, lo enviaron a Mar del Plata, donde a las pocas semanas conoció a Laura, de quien se enamoró profundamente.

Ya instalados en "La Feliz", el salteño hizo el curso de submarinista. "Estudió mucho durante un año para recibirse y lo logró. Con ese título se había ganado la posibilidad de quedarse a vivir en Mar del Plata. Estábamos muy contentos", contó Laura a Clarín.

Sergio zarpó varias veces con el submarino ARA Salta y este año lo cambiaron al San Juan, que desapareció hace 23 días.

Cada vez que Sergio viajaba, Laura le mandaba mensajes por WhatsApp aunque su esposo no tuviera conexión: "Cuando llegaba al puerto leía todos los mensajes y audios que le enviaba todos los días. Se reía porque me decía que se pasaba mucho tiempo para leer todo", recuerda la mujer.

Hoy, 8 de diciembre, a un mes de último chat que mantuvieron, Laura decidió escribirle unas emotiva palabras.

Sé que esta vida no va a ser la misma.

Duele y mucho pensar que no volverás, mi negrito.

Acá te espero todos los días con ese “Vuelvo, negrita”.

La vida fue tan injusta, mi amor. Que te arrebató de nuestras vidas.

Solo me queda mirar el pasado y recordarte con esas lindas locuras que vivimos.

"En esos, tus dulces ojos, quisiera mirarme por siempre, amor… mi gran amor…", porque así empezó todo, mi negro, con tu mensaje.

Cuántas cosas, negrito, cuántas cosas por recordar, sólo los que nos conocen saben de ese amor.

Sé que vas a ser nuestro ángel, el más lindo con esa hermosa sonrisa.

Sé que esa foto y esas palabras llegaron en ese mar tan grande.

Me dejaste lo más lindo: Brunito. Hoy no va a entender por qué te fuiste tan rápido, pero todos los días voy a recordarle los hermosos momentos que vivieron. Orgullosa del papito que tiene.

Voy a extrañar ese “Lauraaaaaa, vení, acostate”. Te voy a extrañar.

Como solías decir, estoy de guardián de la bahía.

¡¡¡Que tengas buena navega, mi amor, junto a los 43 hombres de acero!!!

Estoy acá, pero mi corazón está allá, con vos.

Como un día me dijiste: lo mejor de nuestra piel es que no nos deja huir… hasta pronto, negrito, ya nos volveremos a amar.

Besos, abrazos al mar y alguna lagrimita, negrito.

Quien te amó, te ama y te amará por siempre. Hasta el infinito y más allá.

Brunito, Pirata y tu Loly.