Hace 9 años que le patean la jubilación a un docente salteño

Ricardo Braunstein debería acceder a su jubilación como Supervisor de Educación de Adulto, pero después de nueve años de trámites burocráticos no logra conseguir un certificado de haberes.  Anses de Tucumán es quien le pide los documentos desde el 92' al 95'.

De acuerdo a la información aportada por Braunstein, él ejerció la docencia en Salta cuatro años, y otros tantos en Tucumán y Jujuy.

"Necesitan saber cuánto ganaba para poder darme finalmente la jubilación. En marzo me dieron 30 días de plazo para presentar el certificado y continuar con el trámite, pero en Liquidaciones me dicen que no pueden darme el certificado de haberes", señaló Braunstein a Nuevo Diario. 

Cabe recordar que meses atrás Braunstein denunció que su legajo se había extraviado en Plumada, empresa que tenía a cargo los legajos y otros expedientes de empleados provinciales. "Después de la publicación que se hizo en este medio el expediente apareció, pero sigo teniendo dificultades en Liquidaciones, dónde además no me reconocen la antigüedad. No quieren que me jubile, hay una clara persecución",  dijo.

El maestro de grado debería jubilarse como Supervisor de Educación de Adulto y Especial, y Maestro Normal Nacional. Precisó a este medio que en 1989 llegó a la escuela Nicolás Avellaneda de Cafayate, trasladado desde la provincia de Jujuy, donde fue electo delegado gremial por aquel entonces de la Agremiación Docente Provincial (ADP).

Al año siguiente, "de forma inconsulta", lo trasladan a la escuela Facundo de Zuviría, también de Cafayate. Se convierte en miembro fundador de la Sub Regional de los Valles Calchaquíes, y asesor de la comunidad aborigen de Jasimaná.

En ese tiempo denunció al personal jerárquico por incompatibilidad de funciones, robo de mercadería del comedor escolar, abuso a menores por parte de docentes y de policías, y acoso sexual a docentes. Luego fue trasladado como secretario de vocalía al ex Consejo de Educación, hasta 1992.