De terror

El barrio Solís Pizarro se convirtió en el refugio preferido de los delincuentes

Entre sus principales demandas, los vecinos solicitan mayor seguridad, limpieza y desmalezado.

El barrio Solís Pizarro continúa siendo uno de los más postergados y sus vecinos reclaman a los funcionarios municipales y provinciales obras para mejorar su calidad de vida. En la zona denominada "ampliación" residen unas 150 familias y entre sus principales demandas se destacan: agua, cloacas, asfalto, seguridad, limpieza y desmalezado. Otro punto que afecta a los residentes es el mal olor que emana el Frigorífico Brunetti.



Con respecto a la limpieza y el desmalezado, los yuyos altos y los microbasurales se constituyen en un caldo de cultivo para alimañas y focos de infección.



En diálogo con El Tribuno, el presidente del centro vecinal, Walter Rojas, expresó: "No podemos cortar un puente cada vez que necesitamos respuestas de las autoridades, pero hace mucho tiempo que solicitamos respuestas y no hay novedades". Y sentenció: "Los yuyos altos y la gran cantidad de escombros les permiten a algunos delincuentes actuar con toda impunidad. Muchas veces la policía tampoco puede hacer nada".

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