Una caja de pandora llamada frente único

El fantasma de un frente único merodea el ambiente de la política salteña y genera confusión en el electorado. Si bien por el momento no se concretó ninguna alianza de hecho, en las últimas semanas hubo mensajes sugerentes como por ejemplo la foto del diputado nacional Guillermo Durand Cornejo con el gobernador Juan Manuel Urtubey y la del intendente Gustavo Sáenz con dirigentes peronistas y de Cambiemos.

En el hipotético frente único que presentaría el oficialismo provincial, ya comenzó a circular una danza de nombres que llaman la atención por su carácter heterogéneo. Sonia Margarita Escudero es una que se anotó en la carrera. De fuerte impronta peronista y crítica del gobierno de Mauricio Macri, la ex senadora nacional se autoproclamó precandidata. Por otro lado aparece Durand Cornejo, (afín a la gestión de Cambiemos), quien coquetea de un lado y del otro con el objetivo de retener su banca. Dirigentes que poco tienen que ver entre sí y que podrían representar al mismo espacio (hay varios nombres dando vueltas, como por ejemplo Mariano Ovejero y Andrés Zottos).

En en ese escenario, el Partido Obrero, Salta Somos Todos y el Partido de la Victoria se erigirían como espacios genuinos en el plano ideológico de cara al electorado. Desde hace un tiempo a esta parte los partidos políticos se desarticularon y los ciudadanos votan individuos y no plataformas. Individuos que en algunos casos cruzan de vereda sin ningún pudor y con tal de lograr una banca son capaces de traicionar sus propias convicciones. ¿Qué opinarán los votantes peronistas sobre Durand Cornejo, de concretarse su "incorporación"?

El liderazgo político de Urtubey es indiscutido y es el único con la capacidad de aglutinar a la tropa. Es así que en la actualidad conviven en su espacio dirigentes sumamente críticos de la gestión de Macri como Pablo Kosiner y que "tienen que tragarse el sapo" por la cercanía del mandatario provincial con el Gobierno nacional. Como contrapartida, el Partido de la Victoria se sentía incómodo en ese escenario y optó por "sacar los pies del plato" y ratificar su cercanía con el kirchnerismo.

En el caso de Sáenz la ecuación parece más sencilla. De inobjetable extracción peronista, el jefe comunal tiene buena sintonía con Cambiemos (más allá de su cercanía con Sergio Massa) y mantiene un estrecho vínculo con dirigentes nacionales de la talla de Rogelio Frigerio y José Cano. Su buena relación con el arco político lo convierte inevitablemente en un candidato potable para la gobernación. De esta forma, el incipiente escenario de la convergencia le conviene sobremanera.

Si efectivamente se concreta un frente único, ¿sería meramente una estrategia electoral para octubre o un proyecto a mediano y largo plazo con vistas al 2019? ¿Trabajarán juntos Urtubey y Sáenz para la presidencia y la gobernación, respectivamente? Como dice el viejo refrán, la política es el arte de lo posible.