Lo que viene

Triaca retoma su actividad en una semana decisiva para el futuro de las paritarias

Con la negociación de los bancarios cerca del conflicto, el Ejecutivo apuesta a definir alternativas para evitar el recurso de la cláusula gatillo. Expectativa por acuerdo en Comercio.

Tras un descanso casi obligado en Chapadmalal en medio de la polémica por el caso de la ex empleada de su familia, el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, retomará esta tarde a pleno su actividad en una semana que se anticipa clave para el futuro de las negociaciones salariales que el Gobierno pretende ubicar cerca de la meta inflacionaria del 15%. Con ese gran objetivo de fondo, el ministro arrancará su agenda de hoy con un encuentro con el jefe de Gabinete, Marcos Peña, en la que buscarán delinear los puntos centrales de la estrategia que la cartera laboral imprimirá a la etapa inicial de las paritarias.



Algunas definiciones del plan oficial ya están claras: por una parte, asegurar que los aumentos que se vayan estableciendo en los acuerdos se ubiquen lo más cerca posible de la pauta de 15% y, por otro, en una apuesta bastante más compleja por el insistente rechazo gremial, bloquear la inclusión de cualquier esquema de cláusula gatillo o de revisión en los nuevos convenios. En línea con ese segundo propósito, en los despachos de Trabajo evalúan alternativas a los esquemas de reajuste para intentar convencer a los sindicatos. Algunas de las posibilidades que se mencionan involucran desde sumas salariales especiales, incrementos de adicionales de convenio o suplementos por presentismo y productividad, confiaron voceros cercanos al ministro de Trabajo.



La prueba de fuego para intentar imponer ese plan será la paritaria de Comercio, la más numerosa porque abarca a más de 1,2 millón de trabajadores. Triaca cuenta con el buen diálogo que mantiene con el líder mercantil Armando Cavalieri, referente del sector de la CGT de mayor vínculo con la Casa Rosada, para intentar sellar un entendimiento que luego pueda ser presentado como modelo para el resto de las discusiones. Pero si bien el sindicalista se muestra permeable a negociar un aumento en torno a la meta inflacionaria, presiona por conseguir una garantía efectiva de compensación en caso de que la suba de precios supere la previsión oficial. En Trabajo esperan que la propuesta de algún pago adicional que incremente la recomposición final del sector pueda cuajar en la negociación de los mercantiles, de manera de lograr un entendimiento antes de mitad de febrero.



Esa previsión de tiempos no es un tema menor para los planes oficiales. El objetivo es hacerse de una referencia salarial contundente previo a la definición de otras dos paritarias clave en el corto plazo y cuya negociación se anticipa problemática para el Ejecutivo: bancarios y docentes.



En el primer caso, la discusión entre la Asociación Bancaria, que conduce el gremialista crítico Sergio Palazzo, y las cámaras que agrupan a las entidades financieras ya lleva varias semanas sin avances significativos. El gremio ya anticipó su negativa a firmar un convenio que no incluya una cláusula gatillo de ajuste por inflación y amenaza con iniciar un plan de lucha en los próximos días hasta desembocar el próximo 22 de febrero en la marcha convocada por Hugo Moyano.



En medio de la complejidad de esas negociaciones, el Gobierno oficializó una resolución que le recorta ingresos a la Asociación Bancaria al señalar que "no corresponde continuar reteniendo la cuota de solidaridad a los trabajadores no afiliados" a ese sindicato, que de esta manera dejar de percibir aproximadamente $ 1 millón por mes. La decisión constituye un llamado de atención para otras organizaciones sindicales que también descuentan un porcentaje obligatorio a los empleados no enrolados.

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