Para atrás

Salta no genera ni un 25% de los recursos económicos que necesita para subsistir

Requieren fondos nacionales para cubrir sus necesidades; en los últimos meses creció la tensión por el reparto de los impuestos entre la Casa Rosada y las gobernaciones.

Más de la mitad de las provincias generan menos de un tercio de los recursos económicos que necesitan para subsistir. El dato cobra fuerte relieve coyuntural de cara a un fin de año en el que la puja por fondos entre el gobierno nacional y los gobernadores promete acumular tensiones.



Según un estudio del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), los ingresos propios de 14 de las 24 provincias representan a lo sumo un 31% de sus ingresos totales anuales. O dicho de otro modo: dependen de la Casa Rosada para cubrir más de dos tercios de sus gastos.



La conclusión política se impone. Cuanto menor es la incidencia de los recursos propios en el esquema de ingresos totales de cada provincia, mayor es su dependencia del gobierno nacional. Esa relación se agudiza con las transferencias no automáticas de recursos, es decir, aquellos que no se coparticipan directamente según coeficientes fijados por ley, sino que dependen de la discrecionalidad del poder central.



 





El análisis del Iaraf indica que en el podio de las provincias más dependientes están Formosa, La Rioja y Santiago del Estero. En la primera, los ingresos provinciales representan apenas el 9% de la masa total de ingresos anuales del distrito. En La Rioja son el 10% y en Santiago, el 12 por ciento.



Las siguen Jujuy y Chaco, con el 14%; Corrientes (16%) y Catamarca (18%). Otras cinco provincias superan el 20% de dinero propio en sus arcas. Son San Luis (21%), Salta, (23%), Entre Ríos y Misiones (27%), y Tucumán (29%).



El ranking de las provincias menos independientes del poder central se completa con San Juan, que genera el 30% de sus recursos, y La Pampa, que la supera por un punto: el 31% de sus ingresos son propios.



En el otro extremo, el de los distritos económicamente más autónomos, se ubican la ciudad de Buenos Aires, Neuquén, Chubut, Santa Cruz, Buenos Aires, Mendoza, Tierra del Fuego, Córdoba, Río Negro y Santa Fe.



"En cualquier país federal del mundo, la estructura tributaria tiene un componente redistributivo, por el que las regiones más ricas ayudan a las más pobres, y otro devolutivo, por el que cada distrito recibe recursos según lo que recauda. La clave es buscar un punto intermedio entre ambos elementos y para eso es clave hacer cuatro reformas fiscales en la Argentina", evaluó el director del Iaraf, Nadin Argañaraz.



El economista y ex subsecretario de Desarrollo y encargado de la Comisión para el Análisis de la Reforma Tributaria y la Coparticipación del actual gobierno, avanzó sobre el detalle de los cambios que, asegura, habría que poner en marcha. "Es indispensable encarar cuatro reformas fiscales: una reforma tributaria nacional; una reforma de la ley de coparticipación que, entre otros puntos, contemple cambios en el reparto de subsidios; una ley de responsabilidad fiscal, y una reforma tributaria provincial", detalló.



Para Walter Agosto, investigador principal del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec), otro factor clave es que las provincias mejoren su recaudación. "En el esquema actual, a las provincias les resulta más cómodo aumentar el gasto sin asumir el costo político de incrementar sus propios impuestos. Darles más potestades tributarias a los gobiernos subnacionales limitaría esta idea de ser generoso con la plata ajena", razonó el especialista.



El "mapa de dependencia" de las provincias respecto de la Nación jugará de lleno en las discusiones políticas que Mauricio Macri deberá encarar después de las elecciones. En esa agenda sobresale la discusión del presupuesto, y en ese marco, la puja entre el Presidente y los gobernadores por el reparto del impuesto al cheque. La batalla por este punto ya está planteada: en el proyecto que envió el viernes al Congreso, el Poder Ejecutivo prevé que el 70% de la recaudación del impuesto, que hoy retiene la Nación, se destine a la Anses. Los gobernadores reclaman que, en cambio, el tributo se coparticipe en su totalidad.



Una vez más, los números explican parte de la pelea que viene. Con el impuesto al cheque, que representa el 1,63 del PBI, el Gobierno espera recaudar $ 201.739,9 millones en 2018, un 18,9% más que este año. Disputa feroz en puerta.



En la lista de temas que el Gobierno necesita resolver antes de fin de año están, además del presupuesto, la aprobación de la ley de responsabilidad fiscal y de la reforma tributaria.



Los cambios en el esquema de impuestos que impulsa el Gobierno incluye la eliminación de Ingresos Brutos. El gravamen es vital para las provincias: representa casi el 78% de lo que recaudan. El combo se completa con el reclamo de María Eugenia Vidal por el Fondo del Conurbano, que está pendiente de un fallo de la Corte Suprema, pero ya genera cortocircuitos.

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