Gonzalo Quilodrán

Coordinador en Casa de Salta en Bs As.
Oportunidad o amenaza

¿Sabemos los salteños de que se trata la “Nueva Agenda Urbana”?

Según previsiones, la población urbana mundial prácticamente se duplicará para el año 2050, lo que hará de la urbanización una de las tendencias más transformadoras en el siglo XXI.



Las poblaciones, las actividades económicas, las interacciones entre lo social y lo cultural, así como las repercusiones ambientales y humanitarias se concentran cada vez más en las ciudades, y ello plantea enormes problemas de sostenibilidad en materia de vivienda, infraestructura, servicios básicos, seguridad alimentaria, salud, educación, empleos decentes, seguridad y recursos naturales, entre otros. ¿Cómo planificamos desde Salta Capital esta inevitable situación?



En América Latina en general surgen gobiernos locales o municipales, con más responsabilidades, con más funciones, que buscan superar la prestación tradicional de servicios públicos para responder a las crecientes demandas ciudadanas, abordando los problemas de desarrollo e incrementando su legitimidad ciudadana mediante la participación. ¿Percibimos los vecinos de Salta esta situación? ¿Tenemos municipios que se hacen cargo de mayores responsabilidades?



Por otra parte, los números indican que América Latina es la región más urbanizada del mundo en desarrollo. Dos tercios de la población latinoamericana vive en ciudades de 20.000 habitantes o más y casi un 80% en zonas urbanas. Un simple dato basta para ilustrar la importancia demográfica de las grandes ciudades (de 1 millón de habitantes o más) en América Latina y el Caribe: han aumentado de ocho en 1950 a 56 en 2010 y una de cada tres personas de la región vive en estas ciudades. Salta o el “Gran Salta” como conglomerado urbano ya cuenta con más de 620.000 habitantes y es una de las regiones de mayor crecimiento urbano en toda la República Argentina según el último censo (2010).



 Los especialistas de la CEPAL (Comisión Económica para América Latina) destacan algunos desafíos que se presentan para las ciudades intermedias como la Capital salteña; y tienen que ver con la escasa experiencia, débil voluntad política y falta de instrumentos para actuar sobre asuntos acuciantes, como la inseguridad ciudadana, la especulación inmobiliaria, la congestión vehicular y la segregación residencial.



La persistencia de múltiples formas de pobreza, las desigualdades crecientes y la degradación ambiental siguen siendo uno de los principales obstáculos para el desarrollo sostenible en todo el mundo, siendo con frecuencia la exclusión social y económica y la segregación espacial una realidad irrefutable en las ciudades y los asentamientos humanos. Las acciones emprendidas hasta el momento distan mucho de ser una respuesta a estos y otros desafíos existentes y nuevos, y es necesario aprovechar las oportunidades que presenta la urbanización como motor impulsor del crecimiento económico, social y cultural sostenido e inclusivo, y de la protección del medio ambiente, así como de sus posibles contribuciones al logro de un desarrollo transformador y sostenible.



Al reorientar la manera en que se planifican, se diseñan, se financian, se desarrollan, se administran y gestionan las ciudades y los asentamientos humanos, la Nueva Agenda Urbana pretende ser la “hoja de ruta” para ayudar a “poner fin a la pobreza en todas sus formas y dimensiones; a reducir las desigualdades; promover un crecimiento económico, sostenible, inclusivo y sostenido; lograr la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y las niñas a fin de aprovechar plenamente su contribución vital al desarrollo sostenible; mejorar la salud humana y el bienestar; fomentar la resiliencia; y proteger el medio ambiente” sostiene el documento firmado en la Ciudad de Quito en el pasado mes de Octubre.



La Nueva Agenda Urbana contribuye a la aplicación y la ubicación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de manera integrada, y a la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible y sus metas −entre otros el Objetivo 11− de lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.



El desafío no es exclusivo de los gobiernos de turno, sino de todas las sociedades que demuestran su compromiso y exigencia para con quienes tienen la responsabilidad de gestionar desde lo público. El debate está abierto, es el espíritu de la Nueva Agenda Urbana el involucramiento y la participación ciudadana, esperemos que los gobiernos locales, la expresión estatal más cercana a los vecinos, también estén a la altura de la circunstancias, porque 2030 llega antes de lo previsto, por lo pronto se acerca 2017.



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