Tane Da Souza Correa

Licenciado en Física
Momentos difíciles

Reflexiones de Pascua

La unión no es uniformidad y el disenso es constructivo.

Es indudable que la política está pasando momentos difíciles, al igual que la sociedad en general. En esto coincidimos la inmensa mayoría de los argentinos, y es algo que se observa a nivel mundial, y a lo largo y ancho de nuestra Patria.



Cuando personas con discursos xenófobos, violentos y retrógrados como Donald Trump llegan a ganar elecciones o, hablando de nuestra provincia, alguien como Olmedo llega al Congreso de la Nación con el voto popular, podemos ver que hay una crisis de representación social.



En Europa o Estados Unidos, luego de muchos años de gobiernos que, pese a tener aparentes distintos signos ideológicos toman decisiones económicas siempre a favor de los poderosos y nunca de los más humildes, esta crisis se manifiesta culpabilizando de todos los males a los inmigrantes de medio oriente, quienes huyen de sus países producto de las atroces guerras provocadas por los mismísimos países del primer mundo.



En nuestro país, los injustificables y repudiables actos de corrupción de algunos funcionarios del gobierno anterior, que pese a su magnitud quedan chicos comparados a los de funcionarios actuales (Panamá Papers, Correo, evasión fiscal, Calcaterra, y siguen los ejemplos), generan una crisis en la política que no parece dar respuestas satisfactorias a las demandas de la sociedad.




Aquí en Salta vemos la misma crisis, pero por otras razones. Los continuos “saltos” de dirigentes políticos de un espacio a otro, el intento de armar un frente único impuesto desde arriba, la repetición de nombres eternos en las listas y el constante incumplimiento de lo propuesto en campaña por la mayoría de quienes resultan electos, producen un terreno propicio para cualquier cosa, menos para la discusión de ideas y proyectos.




Cuando entendamos que unión no es uniformidad, que el disenso constructivo es saludable para la democracia, que la vergonzosa represión gubernamental es producto de la intolerancia y la impotencia, y que la persecución ideológica es aberrante en una sociedad moderna, estaremos empezando a andar el camino que nos lleve a un futuro venturoso.



Aprovechemos estas Pascuas para también recuperar valores como sociedad que actualmente se encuentran tristemente perdidos en gran parte de nuestros representantes, tales como la humildad, el valor de la palabra y la coherencia entre lo que decimos y hacemos.



Escuchemos al Papa Francisco cuando nos llama a retomar la senda de la paz, la solidaridad entre hermanos, la lucha contra las injusticias y contra la pobreza, y recordemos las enseñanzas de Jesucristo que nos mostró que dar la vida por el otro, por los humildes y desposeídos es el mayor acto de amor a la humanidad que podemos realizar.

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