Recuperar la iniciativa política con austeridad y los bolsillos flacos

Independiente de los resultados electorales del Gobierno provincial, se avecinaban tiempos bravos y de incertidumbre en la economía nacional, situación que dejó un solo camino en el aspecto financiero: ajustes y un necesario sinceramiento de la economía.

Para eso, Urtubey convocó a un piloto de tormentas como Fernando Yarade quién tendrá el enorme desafío de lograr estabilizar los números de la provincia y recuperar la iniciativa política de un Gobierno que ya siente, y fuerte, el desgaste de una gestión que está pisando los diez años. Los optimistas recuerdan su paso por la cartera de Finanzas allá por el 2001 y que mantuvo en orden los números de la Provincia pese a la grave situación económica del país. Yarade no es el mismo del de principios de la década del 2000. Tiene vínculos muchos más aceitados y desarrollados con el círculo rojo económico lo que facilitaría futuras negociaciones. Los años también le trajo mayor conocimiento y experiencia adquirida en la política. Aunque sea un viejo conocido, su designación resultó una bocanada de aire fresco para la política doméstica.  Los pesimistas señalan y recuerdan que en esos años los números de la provincia estaban más claros y puntualizan como un punto negativo la deuda de más de 220 millones de interés que tiene la Provincia para gastos corrientes. En criollo, endeudarse para gastos corrientes es como pedir plata prestada para la boleta de la luz y para el súper o el almacén.

En la semana, Urtubey jugó dos roles bien definidos: Urtubey gobernador y Urtubey presidente del PJ. El primero habló en la asunción de los ministros y después secretarios. La palabra más utilizada fue austeridad, una clara señal de que se vienen tiempos turbulentos en lo que respecta a la economía. Esto en consonancia con el pedido del presidente Macri a los mandararios provinciales. ¿Más señales? Se anunció que no habrá bono de fin de año para los empleados estatales, se vienen aumentos del transporte público y del agua, entre otros. Por decreto anunció el congelamiento de los sueldos de funcionarios y en el paquete marcó cuestiones que pueden resultar también simpáticas en el común de los salteños como el de limitar el uso de vehículos del Estado, restringir los viáticos y suspender las comisiones al extranjero. Según afirmaron la medida apunta a reducir el déficit fiscal.  En cuanto al perfil político de su nuevo equipo de trabajo con seis ministros y 16 secretarios de estreno, dijo desconocer la pertenencia política de ellos. Salvo Yarade y Marcelo López Arias, los nombres y orígenes de sus funcionarios indican que se trata de un gabinete más técnico que nunca.

El Urtubey presidente del PJ se mostró ayer en el Congreso de ese partido en Seclantás. En un efusivo discurso de más de diez minutos, pidió autocritica, escuchar el mensaje del pueblo en las urnas y recorrer cada paraje de la provincia, sin pensar en la cuota de poder ni cargos. Lejos de meterse en la interna que se avecina por su sucesión, advirtió la necesidad de abrir el partido y no convertirse en una expresión conservadora, cuando no se quiere que nada cambie. Ratificó sus pretensiones nacionales y su alejamiento del kirchnerismo. Hasta aquí, nada nuevo de lo que ya viene planteando. El punto es que el PJ local no ha logrado en los últimos años la proyección de nuevos cuadros, la oxigenación ni la renovación de su dirección. La foto para explicar el momento de ese partido es la de los principales candidatos del frente oficialista en las últimas elecciones. El Indio Godoy, el único.

Comenzó un fin de ciclo político. Con la posibilidad de reformar la Constitución ya descartada, el momento tiene mucho más interrogantes de los esperados al interior del oficialismo, las señales hacia afuera no son claras y  más allá de la figura de Urtubey no se construyó una individualidad que logre consolidarse como la continuidad de. La situación económica será un factor determinante para definir la estrategia y el camino a seguir rumbo al 2019.