Francisca Alderete

Psicopedagoga- Diplomada en Estimulación Prenatal
La Salta que nos preocupa

Porque alimentar no sólo es dar de comer

En momentos en que la economía argentina está en crisis, donde los últimos valores estadísticos indican que de cada 3 argentinos, 1 es pobre; en momentos en que en nuestra Salta se pone en dudas el funcionamiento del ministerio de Primera Infancia y de Salud porque las muertes de  niños por desnutrición no cesan, es importante hacer un “stop” y repensarnos como sociedad: ¿Qué esperamos?, de quién esperamos?, a dónde queremos llegar?, que quisiéramos lograr?...por dónde empezar?!



Es inevitable sentir angustia cada vez que trasciende en medios de comunicación una nueva muerte por desnutrición y en este punto es necesario reflexionar. Cómo sociedad, es inexacto y reducido pensar que una persona sólo murió por “falta de comida”; decirlo de esta manera encasilla en una visión meramente fisiológica y muchas veces es la que se pretende usar en los casos de los más vulnerables, los que no tienen voz: los niños.



Debemos cambiar radicalmente esta mirada conformista. Y el cambio empieza justamente en los niños; para ser más específica aún: en los niños intrauterinos. Es vital motivar desde antes del nacimiento a las nuevas generaciones, enfocándonos en la formación y  fortalecimiento vincular, en el trabajo con los padres.



Urge alimentar a esas nuevas personas con nutrientes alimenticios, pero también con nutrientes afectivos y estimulación cognitiva con el mismo nivel de importancia que se le da a la comida. Esta, es la clave para favorecer la formación y el desarrollo de sus cerebros; es la clave para que el niño duplique sus aptitudes y enfrente la vida al momento de nacer, sea cual sea su realidad.




El gran peso de las pruebas científicas de  la última década,  exigen que volvamos a evaluar las aptitudes mentales y emocionales de los niños aún no nacidos. Desde el momento de la concepción, la experiencia en el útero da forma al cerebro y pone los cimientos de la personalidad, el temperamento emocional y el poder del pensamiento superior.




En recopilaciones de experiencias realizadas por el Dr. Thomas Verny, reconocido psiquiatra, escritor y profesor universitario, considerado máxima autoridad en los efectos del entorno del niño antes de nacer, relata que en una unidad de terapia intensiva neonatológica se vio un bebé prematuro que estaba en una situación muy delicada luchando por sobrevivir, su madre permanentemente le inculcaba el mensaje que debía ser fuerte, y aunque ya se sabía que sería un bebé de bajo peso continuó peleando por su vida. En la sala de cuidados intensivos  se colocó la música que su mamá utilizó durante el embarazo y las voces de los padres grabadas cantándole las canciones que practicaban en su casa. Los médicos se sorprendieron de ver cómo el bebé ganaba peso día a día antes; hasta que fue dado de alta 25 días antes de la fecha estimada.



Con la estimulación prenatal no se pretende terminar con la pobreza, reducir a cero la mortalidad infantil ni ningún otro resultado mágico. Es cierto que una mal nutrición en etapa prenatal afecta el desarrollo cerebral y que es necesario un fuerte compromiso político, de Salud, de Educación y de la Primera Infancia, plasmado en acciones conjuntas, para comenzar a cambiar el paradigma y el modo de enfrentar el problema.



Ante este panorama sepamos que existen mecanismos prenatales que “nutren” de expectativas de vida a nuestros bebés, que los abastecen de herramientas de supervivencia, que les permiten un desarrollo físico, psíquico y espiritual desde el vientre materno.

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