Tane Da Souza Correa

Licenciado en Física
Pelea con los holdouts

Papita pal Buitre (parte 1)

Si los buitres festejan, es porque el pueblo pierde.

El miércoles pasado, a primeras horas de la mañana, el macrismo logró su primera victoria en la Cámara de Diputados de la Nación. Contundente numéricamente, al momento de ver el resultado de la votación, pero más aun políticamente. Queda claro que Argentina cambió.



En los doce años de Kirchnerismo, con sus matices, nuestra Patria avanzó en el camino de la soberanía política y económica. Desde el No al ALCA en Mar del Plata en 2005 hasta la retirada del circuito del FMI, Argentina pudo salir del círculo vicioso en el que estábamos hace innumerables años.



Se logró salir de ese esquema conducido por Estados Unidos con una política exterior orientada a alianzas con países no alineados con EEUU, y fortaleciendo las herramientas de organización continental de América Latina: CELAC, Mercosur, UNASUR, etc. Mediante el acercamiento al BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), los argentinos pudimos estar totalmente insertados en el mundo sin subordinar nuestras políticas internas a lineamientos internacionales impulsados por, entre otros, el FMI.



En estos años inversiones extranjeras, algo que parece quitarles el sueño a muchos empresarios, no faltaron. 



Veamos si no de donde salió la plata para grandes represas termoeléctricas que se han construido, por ejemplo.



Lo que busca Macri y su gobierno arreglando con los Buitres a cualquier costo, es volver al eje manejado por EEUU, no conseguir inversiones (que además, con un mundo en crisis, nadie puede explicar de dónde saldrían). 



Los buitres festejan, ya que con sus métodos usureros se enriquecen con el acuerdo cerrado con Macri. Pero alguien tiene que pagar ese acuerdo desventajoso para el Pueblo argentino. Y somos nosotros, los ciudadanos, los que pagaremos peso a peso la entrega de nuestro Presidente.



Con la emisión de deuda que plantea el gobierno estaremos endeudando, otra vez, a nuestra Patria. Y endeudarse significa ceder soberanía, ya que el FMI vuelve a manejar nuestras finanzas internas, algo que no pudo hacer en los últimos 12 años.



Tenemos que tomar conciencia de la inmensa gravedad de volver a endeudarnos, para pagar deuda. 



Estamos entregando nuestra Patria a los poderosos del primer mundo, que nos quieren como un país productor de materia prima, sin industrialización ni desarrollo nacional.



Hemos visto lo que pasa cuando un país se subordina al FMI: hay hambre, desempleo, violencia, crisis e infinitos padecimientos del Pueblo. Grecia es un claro ejemplo de esto.



Si volvemos a dejarnos atrapar por las garras de los Buitres nuestro pueblo sufrirá, como ya lo hemos hecho en el 2001. 



Para terminar, una reflexión de Arturo Jauretche, tristemente otra vez aplicable a nuestra realidad: “Si malo es el gringo que nos compra, peor es el criollo que nos vende”.

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