Matías Assennato

Abogado
Sobre la selección de jueces

Oportunidad

Nada define mejor la situación que se vive luego de la frustrada elección de magistrados la cual, con el fallo de la Corte ad hoc que sienta jurisprudencia y ratifica la decisión de Juan Manuel Urtubey, continuará con el llamado a nuevos concursos. Ahí surge la oportunidad de modificar lo necesario para lograr una justicia más independiente, eficiente, transparente y accesible, por eso debemos avanzar en la democratización judicial, sino lo hacemos la deuda con la sociedad que espera cambios seguirá pendiente.



Para recordar brevemente, todo comienza a mediados de marzo cuando una de las concursantes, Marcela Von Fischer, presentó un recurso de amparo ante la jueza Mónica Mudski objetando el llamado de un solo concurso para cinco cargos cuando se entiende que debía ser un concurso por cada cargo. Además, remarcaba que dos postulantes tenían conocimiento de un caso que había sido materia de examen. A ello se sumaba que los cinco concursos fueron unificados alterando la intención de los postulantes.



Mediáticamente esta noticia sobre la selección de camaristas civiles, y su cuestionamiento, significó un sacudón institucional. Objetivamente ningún examen es válido si existe la posibilidad de que los examinados conozcan de antemano el contenido de la prueba y eso es lo que ocurrió, entre otras cuestiones, y es lo que llevo a que deban realizarse nuevamente los concursos y por separado, no unificados. Pero más allá de la situación puntual, lo que surge es la posibilidad de cambio, de reforma, de mejora del proceso de selecciones de jueces como del sistema judicial en su conjunto.




Es bueno aclarar que no significa esto un cuestionamiento al funcionamiento judicial sino todo lo contrario, es ante una situación determinante el momento oportuno para lograr hacer más eficiente uno de los pilares fundamentales del Estado.




La pregunta cambia, ya no discutimos si estuvo bien o estuvo mal desde lo procedimental la elección de estos jueces, ahora el cuestionamiento es sobre lo que debemos hacer de aquí en adelante para que no vuelva a suceder y más profundamente también pensando que los resortes institucionales deben actuar para dotar de mayor transparencia, independencia y accesibilidad a la justicia salteña.

Sabemos que una institución es un conjunto de reglas, formales e informales que comparten un propósito común y un mismo objetivo y que esto implica aspectos materiales y culturales, esto es, cuestiones organizacionales y estructurales pero también tradiciones, costumbres y creencias que en última instancia caracterizan a la institución como un todo coherente. En base a estas cuestiones es que debemos llevar adelante desde los diferentes ámbitos la necesaria reforma judicial buscando modernizar y transformar las instituciones judiciales, es la oportunidad de hacerlo, es el momento.



La sociedad busca y requiere una justicia cada día más eficaz, con independencia , poniendo una frontera lógica entre la actividad judicial y cualquier otra actividad gubernamental o actor político para crear las condiciones que hacen que esta actividad imparcial o neutral, no sea subordinada a ningún otro poder o fuerza social, y reforzando el principio de acceso a la justicia.



En Salta tenemos mucho que mejorar, situaciones como la del concurso anulado es muestra clara que hay mucho material para revisar concentrándonos todos en buscar y encontrar los vicios existentes y corregirlos.



No sería desacertado pensar en la posibilidad de la creación de un consejo asesor al igual que ocurre en el consejo de la magistratura a nivel nacional. En otras provincias, y como ejemplo solamente, el examen está a cargo de un equipo estrictamente técnico y especializado según la materia objeto del concurso, habilitado por la Magistratura, que debe actuar con plena independencia lo que depende en mucho de la moral individual.



Es la oportunidad de dar el debate, de escuchar todas las voces, siendo primordial la voz de la sociedad.



Juan Manuel Urtubey, fue quien dio el puntapié inicial de estos planteos dentro del propio espacio de poderes marcando cuestionamientos a las irregularidades en el momento de evaluar a los ternados y es la posición que fue ratificada por la Corte ad hoc.



El cimbronazo fue algo que pocos se animaban a decir pero que nadie desconocía, “Las corporaciones”, las mismas son un mal que han achacado siempre al Poder Judicial, y el gobernador hizo lo que debía hacer poniéndose por  encima de ellas y priorizando lo que piensa la gente: que requiere y necesita mayor transparencia.

Es la oportunidad de fortalecernos institucionalmente, es la oportunidad de modificar lo que deba modificarse, inclusive la constitución, siempre a favor de que la transparencia en el ejercicio de la función judicial sea la norma y a favor de que la democratización acabe con el sentimiento corporativo que ahora mismo hay en la acción de la Justicia y que comporta una indefensión de aquellos ciudadanos que ven imposibilitado por ejemplo su acceso a la misma.



Desde ningún punto de vista podemos negar que el Consejo de la Magistratura es una institución perfectible pero desde su creación mejoró los procesos de selección . Antes esos procesos eran poco transparente, partidizados, casi secretos, sin exámenes, sin participación de los estamentos y alejados de toda forma democrática.



La democracia necesita tener un debate inclusivo y conciente sobre el Poder Judicial. Profundizar la democracia en las propias instituciones democráticas y en el propio espacio del Poder Judicial y sus operadores; si no aprovechamos este contexto, la deuda seguirá pendiente.

 

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