Tane Da Souza Correa

Licenciado en Física
#Opinión

Nunca Más

El pueblo unido jamás será vencido.

Este jueves se cumplieron 40 años del fatídico 24 de Marzo de 1976, día que signará para siempre nuestro futuro. Entre ese año y 1983 los argentinos sufrimos la Dictadura cívico-militar más cruel de nuestra historia, con crímenes horrendos e inimaginables cometidos contra nuestro Pueblo.



30.000 personas no están, desaparecieron. Y nos faltan, a todos. A quienes nos referimos a ellos como “compañeros” y a quienes no. Y nos faltan porque eran compatriotas, humanos, vecinos, alumnos, profesores, empleados, amigos, vecinos… No importa lo que pensemos, tenemos que entender que eran parte de nuestro Pueblo y sufrieron las peores atrocidades en manos del Estado.



A 40 años del Golpe, nos debemos una reflexión profunda como sociedad para ver cuánto hemos avanzado, o no, en el respeto a los Derechos Humanos. Luego del Juicio a las Juntas, en épocas de Alfonsín, siguieron las Leyes de Obediencia Debida y Punto Final. En esa época el Estado hizo propia la teoría de los dos demonios, algo que recién pudo superarse en el siglo XXI. Bajo el Menemismo ocurrieron los indultos, y los DDHH no fueron parte de la agenda del Gobierno.



Recién con la llegada al Gobierno de Néstor Kirchner los Derechos Humanos fueron política de Estado, enjuiciando a gran cantidad de militares y, en los últimos años, a cómplices civiles de la Dictadura. Aún con retrocesos como la Ley Antiterrorista e injusticias gravísimas como la desaparición de Julio López, en los períodos de Néstor y Cristina se hizo más que nunca por los DDHH y la Justicia. Recordemos que Néstor, en la ONU, se declaró hijo de las Madres de Plaza de Mayo.



Hacer de los Juicios a los culpables de los crímenes de Lesa Humanidad una política de Estado fue una decisión política del Kirchnerismo, y es algo que debemos defender como Pueblo, ya que merecemos saber qué es lo que pasó, y tener justicia por ello.



Macri claramente no piensa lo mismo. Desde afirmar que hay que terminar con el curro de los derechos humanos, hasta a nombrar funcionarios defensores de los represores, marca un camino distinto al transitado en los últimos años, donde hemos sido reconocidos mundialmente por nuestras políticas de DDHH.



Recibir a Obama un 24 de Marzo es una afrenta y un insulto a la memoria de los desaparecidos. Estados Unidos fue instigador de las Dictaduras latinoamericanas, a través del Plan Cóndor. Los represores fueron formados con militares norteamericanos y la CIA, mientras que los gobiernos militares eran financiados por EEUU. Ni Barack Obama ni Mauricio Macri se refirieron al rol del país del norte durante la Dictadura, simplemente hablaron de guerra sucia. 



El campo popular está hace años muy fragmentado, en esta oportunidad se hicieron numerosos intentos de confluir en una única gran marcha y acto. Pero no llegaron a buen puerto. Otra vez marchamos separados, perdiendo la oportunidad de mostrar unificación atrás de las banderas de Memoria, Verdad y Justicia.



Sin entrar en detalles es importante rescatar que hubo valiosos intentos de organizaciones que participaron en las dos marchas en lograr la unidad. Ojalá el próximo 24 de Marzo nos encuentre a todos unidos, privilegiando las coincidencias, ya que la realidad así nos lo marca. 



Dentro de un año necesitamos ser más voces que nunca unidas en un solo grito: NUNCA MÁS.

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