La peronización de Zottos refleja la crisis de identidad del PJ

"Juan o yo le haremos firmar la ficha de afiliación de Zottos al PJ", fue la ocurrente frase de Manuel Santiago Godoy en alusión al candidato a diputado nacional que encabeza la lista del Frente Unidad y Renovación. Fue en el marco de un acto en la sede del PJ donde el ex vicegobernador se mostró entusiasmado entre dirigentes peronistas locales y a gusto con la famosa liturgia. Se movió como pez en el agua.

Más allá del chiste de Godoy, es indudable que Zottos insinuó un acercamiento al PJ y se alejó considerablemente de sus orígenes políticos que se remontan al Partido Renovador. Es cierto que el tartagalense integra junto a su partido un frente electoral que gobierna la Provincia desde 2007 y que tiene en Urtubey a su líder. No obstante, muchos renovadores cuestionan por lo bajo la peronización de Zottos. La política es el arte de todo lo posible.

¿Qué es más importante, el proyecto personal o el futuro del partido? En todo caso, ¿a Zottos le interesa el futuro del Partido Renovador o sólo llegar a la Cámara de Diputados de la Nación? ¿Los renovadores se sienten cómodos en esa ecuación? Son interrogantes que se develarán el 22 de octubre. Lo cierto es que Zottos necesita los votos peronistas y los peronistas necesitan de Zottos. Esa es la cuestión. La ideología quedará para otro momento y todo se traduce en una palabra: pragmatismo.

A la inversa, el PJ salteño atraviesa una crisis de identidad severa que quedó demostrada en las PASO. El peronismo tuvo que apelar a dirigentes de otras vertientes para mostrar una opción electoral amplia y competitiva. Es así que Bernardo Biella compitió en la interna con Adrián Valenzuela para senador provincial. Si bien no lo hizo con el sello del PJ en la boleta, el reconocido médico fue el candidato que contaba con la bendición de Godoy. Todo un síntoma. A su vez, Zottos llegará al Congreso y no se trata precisamente de una expresión genuina del peronismo.

¿El peronismo salteño no genera cuadros nuevos? La crisis de los partidos políticos y la ruptura del tradicional bipartidismo son dos hechos de la realidad. El PJ está inmerso en esa confusión y los resultados están a la vista. El gran ganador de las PASO fue Urtubey, que proyectó su victoria a nivel nacional y alimentó sus aspiraciones para 2019. Su espacio fue el más votado y ratificó su liderazgo territorial. En ese contexto, se dio el gusto de recuperar la senaduría por Capital y de consolidar el Frente aún sin los votos del Partido de la Victoria. 

Como contrapartida, el peronismo salteño pende de un hilo. ¿Qué pasará cuando Urtubey culmine su mandato y se aboque al armado nacional? ¿Quién será su delfín? O en todo caso, ¿quién representará al verdadero peronismo? Porque si bien no responden al partido orgánicamente, Gustavo Sáenz, Sergio Leavy y Juan Carlos Romero también tienen un ADN peronista. Sin dejar de lado a dirigentes tradicionales de la talla de Miguel Isa o Godoy. Como siempre, el tiempo dirá.