La pelea por la sucesión de Urtubey

"Quiero tener mis mejores dos años de gobernador", fueron las palabras empleadas recientemente por Juan Manuel Urtubey en alusión al tramo final de su gestión al frente del Ejecutivo Provincial. En 2019 finalizará una etapa política en Salta y nacerá otra. De cara a esa contienda todavía lejana, el panorama se va despejando y son varios los dirigentes que ya se anotaron en la carrera. 

En función de los resultados electorales de octubre, la oposición quedó bien posicionada con Gustavo Sáenz a la cabeza. El intendente se puso la campaña al hombro y su espacio obtuvo un triunfo que sorprendió a más de uno. Si bien todavía le quedan dos años de gestión en el municipio capitalino, el ex senador nunca ocultó su aspiración de competir por la gobernación. A simple vista, es el candidato que pica en punta para reemplazar a Urtubey.

No obstante, en el escenario aparece un nombre hasta hace un tiempo inesperado, pero insoslayable ahora. Se trata de Martín Grande. El periodista ganó en la categoría a diputado nacional y se posicionó en la política salteña. "Martín Grande será el candidato a gobernador del PRO en 2019", aventuró días atrás Manuel Santiago Godoy. 

Por supuesto que no se puede descartar a Alfredo Olmedo y Sergio Leavy, quiénes se encuentran consolidados en la política local y ya dejaron en claro que pretenden gobernar la Provincia. Queda claro que la oposición tienen nombres de peso para arrebatarle al oficialismo la gobernación. En otras palabras, tiene la pelota, al menos por ahora.

Como contrapartida, el oficialismo quedó debilitado por la derrota electoral y no tiene a priori un candidato que cuente con un gran consenso dentro de sus filas. Carlos Parodi dejará su cargo en breve y se abocará a trabajar en su proyecto político. Otro que ratificó su aspiración de competir por la gobernación es Javier David. ¿José Urtubey también se anotará en la carrera? ¿Qúe pasará con Miguel Isa? Por el momento esos son los nombres del urtubeycismo.

 La pregunta es si la ola amarilla se prolongará hacia 2019. Todo dependerá de la gestión que haga Mauricio Macri hasta entonces. Si el Gobierno nacional logra encauzar el rumbo económico el viento de cola seguirá a favor de Cambiemos. Y Salta no será la excepción. Esa parece ser la clave. Además, habrá que ver el humor del electorado en dos años para con el oficialismo. ¿El candidato del urtubeycismo pagará los platos rotos de un desgaste lógico tras 12 años de gestión? Lo mágico de la democracia es que nadie puede saberlo.